El tiempo es una noción perdida en estas tierras. La paciencia nata con la que cuentan, es necesidad elemental para sus modos de vida. Todo requiere de espera, nada es a las apuradas, se dedica el tiempo necesario y por qué no más, total hay de sobra y no hay apuro. Las mujeres, tienen el espíritu guerrero. Son ellas, las que cargan el peso de la historia en su lomo, con la mirada al piso.
¿De qué manera mirarán ellas a las mujeres argentinas? ¿Cuál es la admiración de las argentinas hacia esas valientes mujeres?
Cuando le damos lugar a las diferencias para que existan, estamos creando muros. Muros que separan. Así vivimos creando límites por lo que nos divide. Y vivimos separándonos como personas. Y así vamos separándonos como humanidad.
América Latina, es un mundo de situaciones, nos magnetizaría que no existan diferencias económicas, pero siempre va a haber diversidad en la vida, de todo tipo. A pesar que provenimos todos del mismo origen, con el tiempo, los hombres hicieron de las suyas y tuvimos diferentes destinos.
Somos una familia en el mismo mundo. Con distintos gustos, distintas costumbres, pero con los mismos significados. Con distintas historias, pero todas parte de una misma gran historia, la nuestra, la historia de la humanidad.
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