La carretera los une nuevamente y en esta oportunidad, Marcos y Gonzalo, proyectan seguir el camino sanmartiniano en dos ruedas.

Los Yiramundi, no se han entrenado lo suficiente o casi no se han entrenado para el esfuerzo físico y mental que requiere la cruzada pero como dijo Marcos “hay que estar fuertes mentalmente” y Gonzalo agregó “si hubiésemos entrenado el trance seguramente sería mas a meno pero ya estamnos embarcados de esta manera”.
A pocas horas de subir al bus que los trasladará a la ciudad de Mendoza, fueron entrevistados para un documental sobre viajes y viajeros, se mostraron serenos y con ansias de rodar, con sus dos corazones gigantes y sus cuatro ruedas.
Hasta la próxima estación, Mendoza.
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