El cuerpo que camina, el alma que recuerda
Cuerpo
El paro de transportes
nos dejó varados a muchos.
Yo, solo.
La mochila como almohada,
el suelo como patria pasajera.
Bancos metálicos y fríos,
murmullos de otros cuerpos rendidos,
y esa luz amarilla del pasillo
que no duerme nunca.
“Para mí la vida es un viaje”, me repetí,
mientras una señora a mi lado
me ofrecía pan,
y un niño compartía su risa
con las palomas del hall.
El frío no era solo del clima,
era esa soledad que entra como niebla.
Pero entre cobijas prestadas
y silencios compartidos,
algo en mí se abrigó.
Sentí una calidez que no sabía que buscaba.
Alma
A veces los oleajes del cotidiano
te arrastran hasta el cemento.
Y sin embargo,
el frío y la soledad
pueden transformarse en abrigo,
cuando alguien te mira a los ojos
y reconoce en vos
a otro viajero,
a otro corazón
con hambre de horizonte.
"El verdadero guerrero es invencible porque no lucha contra nadie. La
victoria se logra venciendo la discordia en uno mismo. Y la paz no es un
refugio, es una práctica cotidiana. Aun en medio del ruido y del frío, es
posible sembrarla." El arte de la paz