sábado, 27 de septiembre de 2008

27 de Septiembre - Vía Brasil

Yo venho de terra fechada
Da terracha no interior
Ai vai minha alma vagabunda
Pensando cala forai mio
Manu Chao

Después de 2 noches em Caracas, decidimos partir hacia Brasil em bus, ya que cambiar dólares em Venezuela se hace imposible y más aún los cheques viajeros. Empezamos nuestro recorrido a casa, iba a hacer em avión pero por la imposiblidad de conseguir el dinero para el ticket, lo realizaremos por tierra, como lo hemos hecho a lo largo de América Latina.

O giramundo giramundo
O giramundo por favor
O giramundo giramundo
O giramundo que é mio

Por entonces, tomamos um bus de Caracas hacia Ciudad Bolívar, y corriendo, nos subimos al bondi que nos acercó a Santa Elena de Uairén. En este trayecto, padecimos 3 controles policiales y salimos ilesos pues, em tierra bolivariana, 9 fueron los chequeos policiales que nos realizaron em 11 días, sin dudas, la portación de rostro motivaba a los guardianes de la seguridad: `su porte nos obliga a proceder´ fue la frase magna de um oficial ante nuestra consulta.

Yo navegé mapo fechado
Yo caminé no alto mar
Yo chegaré a finisterra
Yo no soy de ningun lugar
Pues, sellamos la salida y posteriormente la entrada a tierra brasilera. De Paracaíba tomamos un bus de la empresa Eucatur `uma empresa feita por gente que ama e inverte nestra terra´ hasta Boa Vista y com 2 horas de intermedio, partimos hacia Manaus, donde nos subiremos a uma embarcación para sumergirnos em el apasionante mundo del amazonas hasta la ciudad de Porto Velho.

Yo no falo espanol
Yo no falo português
O desculpa minha gente
Yo so falo portunhol
En esta estación, recorrimos 2338 km a lo largo de Venezuela y norte del Brasil, em el cual gastamos cada uno $107 dólares. Muchas fueron las horas em el bus y muchas más nos esperan hasta Argentina, pero como hemos repetido en varias ocasiones, pase lo que pase, sea lo que sea, a nuestra manera.
O giramundo giramundo
O giramundo por favor
O giramundo giramundo
O giramundo que é mio

Hasta la Próxima Estación... Esperanza.
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23 de septiembre - Estación Caracas (Venezuela)

"Las buenas costumbres, y no la fuerza,
son las columnas de las leyes;
y el ejercicio de la justicia
es el ejercicio de la libertad."
Simón Bolívar

El Distrito Federal venezolano es sinónimo de rojo, de rojo sangre, de revolución permanente. No hay una persona que en diálogo, no hable del Comandante Chávez, tanto a favor como en contra.
Ahí llegamos, pasado al mediodía y nos dirijimos al Ateneo Popular, donde se alojó Gamu en su breve paso por Caracas pero no tuvimos la misma suerte o desgracia, porque el italiano de la recepción no nos brindó lugar.
Camino al metro y con los 20 kg de la mochila a cuestas, nos cruzamos con René, un argentino que habíamos conocido en Chichiriviche y rumbeamos juntoas a la pensión donde se estaba hospedando.
El cordobés, pasó por la Coordinadora Simón Bolívar, donde camaradas de `El Culebrón Timbal´ habían intercambiado proyectos para llevar a cabo en el campo popular. En tanto, fui a parcar con unos `locos´ al museo de Bellas Artes pero algunas lloviznas procuraron un mal día para vender.
En ese interín, me cruce con el `polaco´, otro argentino que había compartido noches con Marcos en el malecón de Choroní y el cual me habló muy bien del negro. Marcos, hombre humanista si los hay, en donde el respeto hacia el prójimo es su mayor bandera. Y si hablamos de HUMANOS, con mayúscula, el Che Guevara no puede estar afuera de estas líneas.
Sin dudas, Venezuela, es el país que más resalta la figura del Comandante de los desposeídos, está presente en cada discurso de Chávez y altos carteles de publicidad, anuncian la `misión Che Guevara´ sobre el socialismo del siglo XXI.
En nuestro recorrido, hemos observado que el Che vive en los pueblos oprimidos de América y en Venezuela, encontró el asilo político de la nueva era socialista. Hasta la victoria, siempre. Patria, Socialismo o Muerte.

Hasta la Próxima Estación... Esperanza.

lunes, 22 de septiembre de 2008

19 de Septiembre - Estación Choroní (Venezuela)

Vamos disfruta el presente ya!.
Nada en la vida es para siempre hermano,
escucha la voz de esta gente que dice:
nada en esta vida nos pertenece para
siempre; disfruta el presente, nada de
la muerte te salvara y no olvides abrir
tu mente, para ser feliz hay que sacudirla fuerte !
A.N.I.M.A.L.

Luego de unas escalas obligadas en Valencia y Maracay, llegamos al pueblo. Abanderados de una pareja local, caminamos hasta Playa Grande, sitio en donde instalamos las carpas para dormir las 4 noches de estadía. La bahía es apasionante, diría una de las mejores playas que hemos conocido a lo largo de latinoamérica y la gente, muy festiva, le dió color a la naturaleza viva.
Nuestros días, fueron transcurriendo pausadamente, mientras el cordobés paseaba con las artesanías, toldo por toldo, quién les narra, hacía taller para abastecerlo de mercadería.

Busca siempre una sensación
que sacuda tu corazón con calor,
con amor, destruye al bajó, sigue
el ritmo Chalón, Chalón.
Sube todo lo que puedas,
llega hasta donde tu quieras,
nunca mires para abajo y sigue siendo
un LOCO, LOCO, LOCO. Ahí va!. Dejala!.
Es solo una forma de liberarte!.
Sin dudas, seguimos las huellas firmes que dejaron, Mar y Cel, por estas tierras. Aquí, hablando con algunos artesanos, recuerdan el paso de éstos yiramundis con gratitud y afecto. Ahí, vamos nosotros por la misma senda.

Los mitos... mi relato responde a la verdad; ni más ni menos. Cuando el enemigo está a la vista, hay que presentar batalla y si tienes el cálculo de sus fuerzas tras atractivo reconocimiento, hay que imponer la prestanza.
Joya vieja!. Estamos de fiesta!.
Chido, simon, late bien cabrón!,
Recuerda que en cada puto rincón
de este planeta hay algo que espera por vos!.
Cual es, cual es tu forma de ser ?
Cual es tu mejor forma de estar?

Nos habían manifestado, Mati y Lucho, de la sucia policía venezolana y nosotros, caímos en sus manos en este pueblo. Eran 3 efectivos y uno de ellos me sacó $700 bolos del bolsillo de la mochila y empezó la discusión. Fue larga la escena con altos tonos de voz, hasta que finalmente, me introducí en el móvil y agarre el fajo de bolívares que estaban acostados en el piso de la camioneta.

Hoy puedo estar donde nunca
iba a imaginar, desde acá te puedo ver,
Ay! Fíjate que LOCO, LOCO, LOCO!
Trae toda tu energía,
ponla junto con la mía,
que la noche se haga día
y ya se puso LOCO, LOCO, LOCO!

Hemos entendido, a lo largo del viaje, que el hombre ha de sufrir al dejar este mundo igual que el haber venido. La madurez, en estos casos, lo es todo. Nos somos los primeros que procurando lo bueno, sufrimos lo peor.

Ahí va! Dejala! Es solo una
forma de libertad.
Ahí va! Dejala! Sigue siendo
un LOCO, LOCO, LOCO...!
En fin, si hacía falta caer presos por esta injusticia, allí íbamos. Cantando, contando leyendas, riéndonos de los lívidos palaciegos, oyendo a pobrecitos hablar de la corte y de la justicia; y hablando con ellos de quién pierde y quién gana, quén sube y quién cae; fingiendo entender los misterios de las cosas, cuál si fuésemos espías de los dioses y, encerrados en la cárcel, veríamos pasar bandos y partidos de los poderosos que suben y bajan con la luna, con la verdad y con la mentira porque todo es mentira en este mundo. Todo es mentira en verdad. Mentira es la mentira, mentira es la verdad en la alta suciedad.

Hasta la próxima Estación... Esperanza.

sábado, 20 de septiembre de 2008

15 de Septiembre - Estación Chichiriviche (Venezuela)

El camino se mueve se adelanta,
se atrasa te lleva para un lado
y te devuelve, te detiene, te junta
y te separa, te junta, te vueleve a juntar.
Y en el camino, se camina
junto se rumbea con quienes antes
besaste otras tierras y otros mares.
Mati Yiramundi

Llegar a ésta estación fue largo y cansador. En realidad, pasamos una noche en Riohacha, antes de cruzar la frontera. Pues, el calor de la guajira colombiana fue sofocante y además, si le agregamos la rotura del bondi en dos ocasiones en plena carretera, el viaje, sin dudas, se hizo interminable.
Lo que sigue, es cansador de solo escribirlo: Riohacha - Maicao, Maicao - Maracaibo (dónde pasamos la noche en la terminal), Maracaibo - Coro, Coro - Sanaré y finalmente, Chichiriviche.
Íbamos caminando, directamente a acampar, donde el negro nos había manifestado y cruzamos unos parceros en el camino que nos mandaron a la "casa rosa", dónde nos hospedamos en una habitación por 15 bolívares (1 dólar = 2.20 bolívares (oficial) y 4.10 (mercado negro).
Allí, pasamos tres noches de lujo frente al mar. El lugar contaba con cocina, lo que económizo nuestra estadía en el pueblo costero, ya que la comida en Venezuela es súper cara.
El atractivo de éstas playas, son los cayos, que son unas pequeñas islas en donde el mar baña a miles de turistas al año. Allí, fuimos en tres ocasiones al cayo Sal, al Muerto y a Baradero. Nuestro objetivo, además de disfrutar de la naturaleza, fue vender artesanías para engordar nuestro bolso que bastante flaco está.
Finalmente, cumplimos con las espectativas, gozamos de las aguas cálidas del caribe venezolano y nos llevamos unos bolos en los bolsillos. Además, de compartir unas jornadas fútboleras con Henrry, un marplatense que habíamos conocido en las playas de Montañitas, Ecuador y con él cual las charlas se hicieron largas junto a unas cervezas refrescantes.
Nota: ésta estación está dedicada a Polidom y a Juanchi, que nos siguen fervorosamente de la babylon argentina. Gracias camaradas.
Hasta la Próxima Estación... Esperanza.

jueves, 18 de septiembre de 2008

12 de Septiembre - Estación Santa Marta (Colombia)

Asi como los misioneros
en epocas de mentiras,
aqui estamos nosotros
para revelar la verdad,
la que nos confieza la naturaleza
la que nos hace caminar...
Martín Yiramundi
.

Luego de un breve paso por Barranquilla, llegamos a Santa Marta, la bahía rumbera de la costa caribeña colombiana. Caminamos un escaso lapso con las mochilas y nos instalamos en el hotel "Miramar" a 50 metros de la playa. Allí, pasamos dos noches de buena vibra, junto a otros "locos" viajeros.
El calor es estas costas es abrumador. La temperatura oscila entre los 34 a 40 grados todos los días pero a diferencia con Cartagena, por la noche la brisa de mar se hace presente en las calles. Su costanera es lo pintoresco de esta localidad, bien pegadita al mar, la arena de la playa se puede disfrutar con la luna por las altas luces que alumbran las playas.
Al norte y al sur, Santa Marta presenta dos opciones: el Rodadero y Taganga. Nosotros, optamos por el sur. Conocido en el folcklore colombiano como "Taganja", creo que no hace falta aclaraciones, pues el nombre lo dice todo. Aquí, la playa es alucinante, una pequeña bahía de pescadores y artesanos. Muchos "locos" en las calles y mucha cerveza en las mismas.
Por lo tanto, cada individuo local que camina por las veredas, es un kiosco ambulante de drogas universales: perico, ganja, cocaína, heroína, crack, ácido, etc, etc. Se te acercan y en perfecto inglés te hablan, cuando saben tu nacionalidad y hablas español, aún más relajados, te dictan la lista nuevamente pero en la jerga colombiana, o sea, te ven "parcero" y más sabrosa se pone la charla.
Así viven por estas costas, con calor. Y viven con cervezas, muchas cervezas y muchas drogas. El colombiano de estas latitudes, vive relajado. Vive "locazo". Viendo que la luna se hace sol cada tanto y mayormente, ellos no lo ven. "De día dormimos y cuando el día refresca salimos a la calle" nos aclara "petete" y "veneco", un colombiano local y un venezolano de padres argentinos. "Yo soy hincha de Boca, sueño con ir a La Bombonera" dice el "veneco" y me da la mano con grandeza por simpatizar con el club de sus amores. "Petete" en cambio, no sabe en que espacio está ni a donde debe ir en un breve tiempo pero lo que sabe, es no perder su costumbre "¿tengo dinero, tomamos un ronda de cerveza?". Compartimos unas birras y nos fuimos a dormir, riéndonos de la vida, de esa vida de "locos" que lleva esta gente en este mundo cada vez más loco.

Hasta la Próxima Estación... Esperanza.
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miércoles, 17 de septiembre de 2008

10 de Septiembre - Estación Cartagena de Indias (Colombia)

E' un mondo difficilee
vita intensa
felicita' a momentie
futuro incerto
il fuoco e l'acqua
con certa calmaserata
di ventoe nostra piccola
vitae nostro grande cuoreTonino Canotone

Desde que despertamos el día hasta llegar a Cartagena, pasaron 12 horas: de Capurganá a Turbo 3 hs - de Turbo a Montería 4 hs - de Montería a Cartagena 5 hs. Pues, al llegar, nos instalamos en el hotel "Terminal" por $20 mil pesos y contemplamos el aburrido empate entre Argentina y Perú.
La ciudad es fascinante, al sur está el barrio obrero, poblado por afrocolombianos, que abarcan el 80% de la población de dicha ciudad; al norte, las babilónicas construcciones le dan el lujo y el brillo a la costa caribeña; al este, se encuentra la ciudad amurallada y el Castillo San Felipe y al oriente, la ciudad es simplemente la ciudad: comercios, semáforos, cancos y autos, muchos autos.
Eduardo Galeano, en "Bocas del Tiempo" confesó un secreto que la ciudad le confió en su breve paso "si alguna vez la obligaban a dejar la mar, también eligiría morir; como murió su abuela". Reina y señora fue la ciudad de Cartago, en las costas del África. Sus guerreros atacon Roma y cerca estuvieron de aplastarla. Roma se vengó y juro exterminarla. Cartago cayó. Seis día y seis noches duro el incendio. Los legionarios romanos barrieron las cenizas y cubrieron la tierra con sal (al mejor estilo Carlos Bilardo), para que nada ni nadie más naciera allí.
Por entonces, la ciudad de Cartagena, en las costas de España, es hija de aquella Cartago y es nieta de Cartago la ciudad de Cartagena de Indias, que nacio mucho tiempo después en las costas de Colombia.
En estas costas estuvimos, en América. Disfrutando de sus cálidas aguas, de su asfixiante calor y de la amabilidad de su gente. El mundo nos enseña, día a día, cosas nuevas. El mundo es una caja de sorpresas que se abre con total facilidad y no hay que temerle a la locura, si te acerca a la felicidad-, y su realización en el amor a lo cercano, a los paisajes, al aire de una urbe que "como una estrella lejana, huye de la frivolidad". Sí, camaradas, la vida es tal como aquí la cuento. Esto es lo que hoy nos brinda. Hay que saber derrotar el dolor con el placer y el pensamiento. Hay que seguir sintiendo contra todos y contra todo. Hay que saber que uno no está sólo en este mundo pero que el mundo que construímos a diario, sólo depende de nosotros.

Hasta la Próxima Estación... Esperanza.
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sábado, 13 de septiembre de 2008

31 de Agosto - Estación Kuna Yala (Panamá)

La libertad no hace
Felices a los hombres,
Los hace sencillamente,
Hombres.
Manuel Azaña


La realidad nos enseña su crueldad y los sueños son las vías de escape. En este mundo absurdo, resulta que, la racionalidad es locura, el disfraz es la verdad y la insania es cordura. Días, muchos días, una semana o quizás una semana y más días, tardamos en navegar por la bahía de San Blas y por mar abierto desde Carti (Panamá) a Turbo (Colombia).
Desde las comunidades indígenas, se puede ver como el mundo va sin tener ojos: mirando con los oídos. Veo como ese juez maldice a ese pobre ladrón. Un leve susurro, cambian los papeles y ¿Quién es el juez y quién el ladrón? ¿Alguien ha visto un perro guardián ladrar a un mendigo? Ahí está la imagen perfecta de la autoridad: al perro le obedecen su cargo. ¡Que mezcla de razón e incoherencia! ¡Por favor, Pechu! Juicio en la locura.
William Shakespeare me dio un consejo y no lo tuve en cuenta. En un día de luna, junto al mar, me confeso “guarda mas de lo que enseñas, di menos de lo que sepas, presta menos lo que tengas, si más dicen menos creas, sé más cauto en tus apuestas; vino y putas deja ya y no pases de tu puerta, y verás que tienes más de veinte en cada veintena”.
Estos hombres, vestidos de Kunas, que tienen poder en las aguas y manejan a su criterio la ruta de los que la quieren navegar, son irrisorios e inhumanos. Mienten y solo se convierten en hombres mediocres en el discurso del método. Método de engrupir, medio de extorsionar, en fin, método de poder.
Después de 3 días, llegó una lancha colombiana y arreglamos el viaje para el viernes 5 y dejamos zarpar un barco con el mismo rumbo. En el día indicado, a la hora señalada, el colombiano nos dejo en el muelle de San Blas porque no portábamos salvavidas. Junto al cordobés y a dos médicos uruguayos recién recibidos de Cuba, martín y Micaela, nos quedamos asombrados de tanta ingratitud.
Queríamos llorar de nuestra desgracia pero nos juramos paciencia, nacimos llorando pues, la primera vez que olemos el aire, gemimos y lloramos. Al nacer, lloramos por haber venido a este gran teatro de locos. Hoy, somos juguetes de la suerte.
A la hora, una panga del Centro de Salud llego a Carti y zarpamos con ellos hasta Ailigandi con previa escala en Narganá., donde pasamos la noche en el Hospital. Saquí, estuvimos dos días hasta que llego un barco que nos acerco hasta Caledonia por $10 por persona.
Parecía que la moneda había caído del lado de la suerte. En Caledonia, pequeña isla que no posee hospital ni militares, las lanchas rápidas con mercadería en contrabando, salen y entran hacia Colombia.
En tanto, un profesor nos ofreció llevarnos en su panga con un motor de 15 caballos hasta Obaldía por $100 y al final, partimos al medio día por $80. Con el envión a favor, le ofrecimos $35 más para que nos acerque a Capurganá (Colombia) y el hombre nos depositó a las 16.30 en tierra firme colombiana. Allí, pasamos la noche en la iglesia a esperar la lancha que nos llevaría a Turbo, para sí, continuar nuestro viaje por la carretera.
Fue duro el regreso, mucho más espeso que la ida pero valió la pena, o sea, era más fácil tomarse el avión en panamá hasta Obaldía y luego 2 lanchas hasta Turbo pero nosotros en este viaje, buscamos las alternativas económicas y las que están fuera del sistema establecido. A veces, resulta fácil y otras, más arduo el camino a transitar pero de eso se trata, de ir en busca de lo desconocido y haber compartido 9 noches en la Comarca Kuna Yala no es cosa de todos los días.

La Comarca… Kuna Yala posee un área de 3,206 km² . Consiste en una franja estrecha de tierra de 373 Km. de largo en la costa este del Caribe panameño, bordeando la provincia de Darién y Colombia. Un archipiélago de 365 islas rodean la costa, de las cuales 36 están habitadas y cuenta con una población de 36 mil habitantes.
La Economía de la Comarca de Kuna Yala se dedica principalmente a la agricultura, pesca, producción de artesanías, y al turismo. El tipo de agricultura que se practica en la Comarca de Kuna Yala es con fines de subsistencia. Los productos tradicionales son el guineo (ahora el guineo chino), maíz y caña de azúcar.
También se producen cocos como fuentes de ingresos. La pesca es de tipo artesanal, utilizando generalmente hilo (sedal) o con redes. La mayor parte de la pesca es para la venta. El marisco se destina especialmente a la venta, para lo cual llegan diariamente avionetas a las islas. Especialmente se vende langosta, cangrejo (centollo) y últimamente el calamar y pulpo.
La confección de molas es la principal actividad de la mujer kuna y constituye para muchas familias la única fuente de ingreso o al menos la principal. En la Comarca de Kuna Yala existen instalaciones turísticas. La mayoría son pequeños hoteles para ecoturismo. La mayor parte de ellas están en el sector de Cartí, pero también se encuentran varias en el Corregimiento de Ailigandi.
Nosotros compartimos 5 días los hábitos Kunas en la casa de Evelio, conocido como el “cacique” por sus participaciones políticas en diferentes actos. Y argumentó “abrase a Fidel el día del atentado fallido en Panamá” y sus ojos brillan de entusiasmo y continuó “con Evo Morales hemos compartido muchos congresos de los pueblos indígenas de América”. Evelio, no es un Kuna tradicional, él se levanta a las 6 de la mañana y en su blanco trono de plástico pasa sus horas leyendo y tomando cervezas. “Me operé el ojo derecho de cataratas y los médicos me recomendaron reposo” excusó su pasividad.
Allí viven ocho personas y entre ellos, el técnico del equipo de la isla y conversando, me dijo que entrenara al equipo unos días y acepté, ya que era una manera de matar el tiempo de manera pasional.
Cuatro fueron los entrenamientos, en los cuales los “pelados” se brindaron al máximo con mis exigencias. Muchos trabajos de fuerza y velocidad y ejercicios con el balón, fue lo que les inculqué en mi breve paso. Se reían cuando les pedía “huevo” en los trabajos forzosos y me contestaban con el clásico “bueno boludo”.
Fue una linda experiencia, llena de sorpresas y aventuras. Algo irracional por momentos e inhumanos en otros pero nos hicimos carne de lo padecido. El cordobés se lustra el pecho vociferando “esto no es para cualquiera” y hoy, mientras escribo estas líneas en Cartagena, anda con dolencias de todo tipo.
Aquí, cerramos esta estación, buenos días, amigos y enemigos. ¡Salud!

Hasta la próxima Estación… Esperanza.
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jueves, 11 de septiembre de 2008

23 al 30 de Agosto - Estación "La Carretera" (Centroamérica)

Yo llevo en el cuerpo un motor
Que nunca dejade rolar
Yo llevo en el alma un camino
Destinado a nunca llegar
Me llaman el desaparecido
Cuando llega ya se ha ido
Volando vengo, volando voy
Deprisa deprisa a rumbo perdido
Perdido en el siglo... siglo XXI...
Manu Chao

Buses. Carros. Combis. Taxis, etc, etc… de eso se trata esta estación. Nuestros días se gastaron en la carretera en miles de kilómetros por las sendas de América Central. Sufrimos pero aquí estamos, contando nuestra historia nuevamente. Gracias por aguantar desde el cono sur, desde aquí se siente su apoyo. Hasta el reencuentro, camaradas.

23/8: Después de 3 noches en Putla, decidimos iniciar viaje hacia Oaxaca, para ello, tomamos una combi hasta Tlaxiaco y finalmente, llegamos a la ciudad de Oaxaca.
Preguntamos por la empresa Fletes y Pasajes, que al día siguiente nos transporto hacia Tuxtla Gutiérrez y al llegar a la terminal de segunda clase (axial denominan en México a los buses que nos son “Volvo”, o sea, semicama con baño y TV-Video), nos informaron que a las 21 hs salía un bus hacia el mencionado pueblo. Casi sin dudarlo, ambos decidimos seguir viaje para no pagar alojamiento y seguir avanzando por la carretera pero tuvimos un momento de incertidumbre.
Pues, el costo del pasaje era muy elevado y le hicimos una oferta al despachante: abonar 1 pasaje y medio. Después de una hora, precisamente a 15 minutos de zarpar, el chofer nos dio el OK y nos acomodamos en las incomodas butacas del bus.

24/8: Llegar a Tuxtla fue una pesadilla, más allá del incomodo viaje, fue haber arribado un día domingo con la necesidad de cambiar los cheques viajeros en un banco, pues claro, misión imposible pero, en México funciona el banco Azteca dentro de una casa electrónica llamada “Elektra” y hasta allí fuimos.
Córdoba, amarro la bolsita de nylon, la cual protege su pasaporte y billetera, y salio hacia el banco misterioso. A la hora su regreso fue sin fortuna; sin dinero y con la data de que el alojamiento más económico era de $5 dólares por persona.
Con el dinero que teníamos, recorrimos las calles alrededor de la terminal y el resultado fue negativo. Muchas pálidas nos enseño Tuxtla desde que la pisamos y ambos, decidimos seguir viaje hacia la frontera y ya quedarnos en tierras guatemaltecas.
Para ello, fui a cambiar unos dólares al mismo sitio bancario mencionado y al ingresar, me dicen que no tenían sistema y por ende, no se podía realizar la operación.
Mas sereno que en otras ocasiones, en similares situaciones, me dirigí a otra sucursal y cambie el dinero, lo demás, fue carretera y tramites fronterizos. Llegamos a Huehuetenango y nos alojamos en el mismo hotel y habitación que hace un mes atrás. Así están dadas las cosas, entre lo dicho y lo hecho, el camino es derecho.

25/8: Cerca del medio día, arribamos al bus hacia la ciudad de Guatemala, la numeración de los asientos, el 33 y 34, números que nos persiguieron en gran parte del viaje en diferentes países, pero en este caso, no fue muy afortunado ya que el buche de los neumáticos estaban en nuestros apoya pies.
Por consecuencia, fueron casi 6 horas en las cuales nuestras piernas casi mueren acalambradas. Córdoba, el mayor damnificado, por ir al lado de la ventanilla y no tener el pasillo para estirar las piernas, camino al bajar del bus en cuclillas y sus articulaciones habían tomado forma curva por la inmovilización temporal.
Sin males mayores, un taxi nos acerco a la empresa “Rey de reyes”, la cual nos iba a transportar al día siguiente hasta Managua. En tanto, nos alojamos a metros de la empresa, en el hotel “Gran Central”, para descansar y luego, seguir por la carretera.

26/8: Con la mentalidad en blanco, conscientes de lo arduo que iba a resultar el viaje, partimos hacia Managua.
En el hotel contactamos con unos nicaragüenses y nos dijeron que el costo del pasaje era de $20 dólares y a nosotros nos habían dicho $25 cuando fuimos a reservar. Pues, nos dieron el nombre del dueño del bus y fuimos por el. Después de un dialogo cordial con Víctor, nuestro bolsillo sufrió un descuento de $5 por persona,
Nuestras butacas, el 31 y 32, presentaba un gigante cartel trazado a mano que decía “Gringos, 2 lugares”. Nuestra risa contagio a un sector del bus que hizo eco de nuestra carcajada. Nos acomodamos para la agonía de cruzar 3 fronteras y las consecuencias que eso acarrea cuando se viaje en una empresa con 50 asientos.
La salida de Guatemala no presento trabas pero el ingreso a El Salvador fue caótico: todas las maletas al piso y abiertas para que los oficiales, con olfato de caninos, revisen uno por uno todos los bultos. Pues, tuvimos la suerte de que las mochilas eran una de las ultimas y estos, cansados por la labor, ni siquiera la revisaron.
Por consecuencia, la salida de este diminuto país, llego consigo el último trajín pero esta vez, un dominicano. Mordió el anzuelo y se quedo demorado en migraciones. El breve paso por Honduras fue ágil y ligero para llegar a Nicaragua, cerca de las 3 de la mañana, donde los oficiales cabrones, no contentos por el monto que le ofrecieron ($1 por tripulante, el cual nosotros no lo pagamos) otra vez, todas las maletas al suelo y aquí tuve mejor suerte: “mister, lleva tu mochila” fue la orden del uniformado.
La impunidad de los gringos, alimentada por los oprimidos oficiales, sirve en los pueblos explotados hasta en las boludeces más pequeñas del sistema que nos rige.

27/8: Managua nos abrazo con un sol radiante en el breve paso que le concebimos en el regreso. Un taxi nos acerco al mercado Huembes, donde nos esperaba el carro que nos transportaría a Rivas.
Por consiguiente, en el Mercado Rivas, nos subimos a otro bus que nos dejo en la frontera cerca del medio día, en donde almorzamos y luego hicimos el trámite migratorio de salida.
Al llegar a Peñas Blancas, frontera Tica, una fila de no menos de 200 personas caminaban lentamente por las oficinas. En tanto, el sol, que nos había recibido en Managua, nos estaba ahogando en Costa Rica.
Después de un tiempo, ese tiempo que registran los relojes de occidente para el mundo, nos libramos del trámite migratorio. Pero el tiempo, que consume el tiempo del día y de la noche, se hizo tiempo de espera en la frontera.
Pues, 3 horas sentados con las mochilas, con mates y galletitas, dentro de la empresa en espera del bus que nos llevaría a la capital Tica.
Precisamente, a las 17.30, abordamos al carro a espera de la última estación: Ciudad de Panamá.

28-29/8: En la intemperie, a la medianoche, caminamos hacia los cimientos del hospital “San Juan de Dios” para pasar la noche en vela, ya que nos habían manifestado que el bus que viaja a Panamá salía a las 9 AM.
Ahí, conocimos a Josue, un “franela” cuida autos, que trabaja en la cuadra del hospital y entre cafés y charlas, la noche se hizo de día. Fue duro, ver a las ambulancias ir y venir y a la gente, gritando y mostrando pena y dolor.
En tanto, Josue, nos acompaño a la empresa “Panaline” porque “esta zona es peligrosa”. Al llegar a las oficinas, observamos que el horario de partida señalaba las 13 hs. Pues, nuestra espera en la calle fue en vano. Sacamos los boletos pero aun nos faltaba algo más: conseguir una reserva de avión que ratifica la salida de panamá, requisito obligatorio para poder ingresar al país.
En ese ínterin, cuando el encargado de la empresa nos indicaba un edificio de la compañía “Copa” nos zarparon la mochila pequeña del cordobés. En consecuencia, el pasaporte, las artesanías, el mate, la yerba y algunos libros, entre otras cosas, estarán en manos de un “desesperado social” (lo único que esperamos, que vendan a buen precio las vinchas y los collares)
Sin otra cosa por hacer, fuimos a la embajada argentina e hicimos los trámites para conseguir un pasaporte provisorio para seguir viaje. Al término de esto, el bus partió y por ende, nos hospedamos a esperar el otro día en el mismo hotel y la misma pieza que la vez anterior.
Finalmente, el 29 al medio día, partimos rumbo a Panamá. Jamaica sonora, reggae music para nuestras almas… Rastaman vibration yeah! Positive and I vibration yeah! Positive I a man iration yeah! Irie ites Positive vibration yeah! Positive…

30/8: a las 6 de la mañana, pisamos la ciudad de Panamá, y nos dirigimos a la morada de José Collman. Hablamos con el portero y a los minutos ya habíamos acomodado nuestras mochilas en el departamento.
Salimos a las calles y le dimos aire marítimo a nuestros pensamientos. Entre café y café, aliviamos la pena que nos acogía la perdida de la mochila y recobramos la energía necesaria para seguir viajando.
A pesar de este obstáculo, salimos ganando. En una semana de viaje, desde el suroeste mexicano hasta ciudad de Panamá, la empresa Tica Bus, nos quería cobrar $200 y nosotros, por nuestras vías, mas incomodas pero económicas, gastamos $90 cada uno en 92 horas de viaje.
Suponemos que hicimos una buena elección o como ya hemos manifestado en nuestro diario de viaje: pase lo que pase, sea lo que sea pero a nuestra manera.
En tanto, al día siguiente, partimos a Carti, que en definitiva, será más duro que este viaje por la carretera centroamericana. Despendemos de un barco o de una panga o de varias pangas que nos acerquen a Puerto Obaldía.
No será fácil pero estamos de regreso y sabemos que tenemos que llegar a destino.

Hasta la próxima Estación… Esperanza.
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