jueves, 9 de octubre de 2008

9 de Octubre - Vía Argentina

Todos y cada uno de nosotros paga puntualmente su cuota de sacrificio, conscientes de recibir el premio en la satisfacción del deber cumplido, conscientes de avanzar con todos hacia el hombre nuevo que se vislumbra en el horizonte.”
Ernesto Che Guevara

La fecha, es histórica para quienes conocemos la historia, para quienes se interesan en ella y balbucean, entre líneas, la realidad latinoamericana. A siete horas en bus de Santa Cruz, estaba Evo Morales conmemorando el asesinato del “Comandante”, allí aún está la memoria del “Guerrillero Heroico”. Recuerdo, cuando en marzo, junto a Marcos, pisamos Valle Grande; las estrellas veteaban de luz el cielo de aquel pueblo serrano y el silencio y el frío materializaban la oscuridad. Era -no sé bien cómo explicarlo- como si toda sustancia sólida se volatilizara en el espacio etéreo que nos rodeaba, que nos quitaba la individualidad y nos sumía, yertos, en la negrura inmensa. No había una nube que, bloqueando una porción del cielo estrellado, diera perspectiva al espacio. La tierra, la Madre, brindó entonces su alimento de dignidad rebelde a otros colores y, como fragmentos de un espejo roto, la lucha tomó desde entonces la ropa del obrero, del campesino, del empleado, del otro amor, de la juventud, de la mujer, de la sabiduría que no se vende por comodidad o moda. La resistencia floreció, florece.
Nosotros, por lo tanto, estábamos preparando el viaje de regreso a la Argentina. Llegamos temprano a la ciudad “blanca” boliviana y en la Terminal, compramos el pasaje en la Empresa “Crucero del Norte”. Allí, la “emergencia económica” que circula amenazante en el mundo globalizado, toco el precio del boleto y en siete meses tuvo un aumento de $30 dólares. ¿Aumento que se distribuye en los trabajadores? No. Las arcas de las empresas se llenan y el dinero de los arancelados se desangra día a día.
En este viaje de vuelta, aprendimos que la palabra se pronuncia después de vivirla, “Tierra y Territorio”, no son solamente trabajo y alimentación, es historia, es pasado, es futuro, es barro, es raíz y si salvas esto ya lo salvas todo porque es la condición humana para evitar la masacre y la desmemoria.
A las 21 horas, dejábamos Bolivia, el país de la desigualdad. Donde salta a la vista la monstruosa desigualdad de los derechos y las fortunas y en dónde, la piel, más o menos blanca, decide la clase que ocupa el hombre en la sociedad.
Nostalgia, nos dio ver la bandera celeste y blanca en el alto mástil. Nuestra tierra estaba a un paso, cerca, nuevamente de sentirnos propios de nuestro lugar después de muchos meses, dónde el destierro placentero de rodar por América nos había prohibido: la identidad.
Después de muchas horas (36 o más) y después de muchos retenes policiales, donde la Gendarmería Nacional, revisa con meticulosidad a los bolivianos radicados en Argentina y a nosotros, por argentinos y “mochileros” sin recibir atención, llegamos a Buenos Aires, a Buenos Aires en llamas. En llamas por el calor y por la situación económica. Manifestaciones y calles cortadas, fue el escenario de nuestra breve bienvenida.
Aquí los dejamos con nuestro testimonio, huellas marcadas por el suelo latinoamericano. Podrán leer que en cualquier libro de técnica fotográfica, se puede ver la imagen de un paisaje nocturno en el que brilla la luna llena y cuyo texto explicativo nos revela esa oscuridad a pleno sol, pero la naturaleza del baño sensitivo con que esta cubierta nuestra retina no es bien conocida por el lector, apenas nosotros la intuimos, de modo que no se pueden hacer correcciones sobre la placa para averiguar el momento real en que fue sacada. Si presentamos el alba créanlo o revienten, poco importa, que si no conocen personalmente el paisaje fotografiado para nuestras notas, difícilmente conocerán otra verdad que la que les contamos aquí.
Los dejo ahora conmigo mismo; el que fui...
"Sabemos desde Espartaco y que a veces olvidamos: La humanidad encuentra en la lucha contra la injusticia un escalón que la eleva, que la hace mejor, que la convierte en más HUMANA". Subcomandante Marcos (4 de abril de 1.994)
Última Estación… Esperanza… combinación: línea roja Estación “Che Guevara” – línea amarilla Estación “Dignidad” – línea azul Estación “Libertad”.

miércoles, 8 de octubre de 2008

8 de octubre - Homenaje al Comandante (América Latina)

La última vez lo vi irse
entre humo y metralla,
contento y desnudo:
iba matando canallas
con su cañón de futuro.
Silvio Rodríguez

Seré breve en mi relato porque de todas formas, por más extenso que resulte, no alcanzaría para hablar de un hombre que no vivió por el triunfo sino por la pelea, la pelea de nunca acabar contra la indignidad y el hambre.
Ernesto Guevara, hacia lo que decía, decía lo que pensaba y pensaba como vivía. Creía, que en la revolución de América latina, en su penoso proceso, en su destino; y tenia fe en una nueva condición humana, en el hombre nuevo nacido de una sociedad centrada en la solidaridad, en el respeto y no en la codicia.
En el mismo sentido, contra el veneno de la codicia, el mas mortal, el que mata por dentro, el che dijo cuanto dijo, escribió cuanto escribió, vivió como vivió y murió como murió. Y este es el hombre "vivo" que la civilización del consumo no puede digerir aunque, comenta a este héroe de nuestro tiempo en una cabeza de gatillo libre, cuya imagen puede venderse imponentemente en los supermercados de empresas multinacionales.
El Che había elegido un puesto en la primera línea de fuego y había elegido por siempre: este es el insólito caso de un hombre que abandono una revolución, ya hecha por el y un puñado de locos, a empezar otra.
Han pasado ya cuarenta y un años que él fue atrapado vivo y asesinado en Bolivia. Hoy, mientras escribo estas líneas en Santa Cruz, la nostalgia me baña en cuerpo y alma.
Este es nuestro homenaje para un hombre que creyó que la condición humana no esta condenada al egoísmo y a la puta cacería del dinero. Nosotros, creemos que el socialismo no murió junto al muro de Berlín, porque todavía no era y que hoy, en el primer día de la larga vida que tiene por vivir.

Nota: esta breve reseña está dedicada a una mujer que con la capacidad de sacrificio de un cristiano de la catacumbas y con rigor de monje o de guerrero, ha sabido hacer con su paso firme una vida digna. Tiene una mirada limpia, como recién amanecida, como esa manera que miran los hombres que creen en su fuerza profunda y hermosa. Gracias, Inés, por enseñarme uno de los tantos caminos que tiene la vida: la dignidad.

5 de octubre - Vía Bolivia

Una vez que llegamos a Puerto Bello, caminamos hacia la terminal y tomamos un bus hasta la frontera con Bolivia. En el camino, sellamos el pasaporte de salida en la policía militar y nos dirigimos al puerto para cruzar la frontera, ya que es la única manera de hacerlo. Una vez en tierra boliviana, accedimos a migraciones y estaba cerrada pero un policía portuario llamo al personal autorizado y nos sello la entrada del país vecino.
Atrás dejamos al país que es un subcontinente dentro de sud américa. En nuestro breve paso, Brasil, el último país que abolió la esclavitud, practica en gran escala la esclavitud salarial y muchos son los descalzos de este gran país y en consecuencia, alrededor de 500 niños mueren de hambre por día. Nadie, en su sano jicio, podría exigirle a Lula Da Silva que cambie esta realidad en un ratito, pero mientras esa realidad continúe, y mientras continúe empeorando, la democracia seguirá resultando algo así como un espectáculo montado por y para una ilustrada minoría de minorías.
Una vez, en la ciudad de Guayaramírin y después de pasar la noche en un hotel, tomamos el bus hacia Trinidad, parada obligada para llegar a la tan ansiada Santa Cruz. Justamente, con el cordobés, estábamos hablando del peor viaje de este viaje tan loco que realizamos junto a Marcos, Celeste y Lucas por américa latina y habíamos coincidido que el más extenso había sido de Cusco a Lima (44 horas) y el más doloroso, por el defectuoso camino, el de Pasto a Mocoa pero nos equivocamos a precipitar el resultado sin llegar aún a la Argentina.
Este último tramo que realizamos, es sin dudas, si existe, el camino al purgatorio. El trayecto finalmente duró 52 horas y el camino, era similar al de Mocoa pero con menos intensidad, o sea: carretera de tierra con muchos pozos y mucho fango con piletones de agua, en el cual, el bus patinaba de punta a punta a lo ancho y más de una vez, con pico y pala, los choferes hacían camino al andar.
Los pasajeros, acostumbrados al dolor, a la humillación de ser transportados como ganado, no se quejaban. En tanto, nosotros, ya con la licencia vencida de tanto viajar, seguimos por el mismo camino, el de no protestar. Algunos, le caían duro al presidente Evo Morales, por la mala carretera y la risa se dibujaba en mi rostro. Pues, la región de Beni, a la cual pertenece este trayecto, el 1 de junio siguió los pazos de Santa Cruz y votó por la autonomía. Pues, es irrisorio caerle con la espada a un gobierno que esta sembrando el maíz desde hace pocos años cuando la historia boliviana señala que los gobiernos de turno, nada hicieron para mejorar dicho tramo.
Esta región, de origen Camba, nos enseñó el odio hacia los aymaras y coyas, como lo había mostrado la población de Santa Cruz en la visita que realizamos hace más de seis meses. Bolivia, racista entre sus hermanos, también sufre el racismo fronteras afuera, cuando deja la pachamama en busca de un mejor porvenir en tierras ajenas.
Este pequeño país nacido para sufrir, es una caldera. Por las altas temperaturas en esta mitad del país y por su realidad social. La gente de oriente, vocifera que su país está "viviendo momentos de incertidumbre" y los coyas, le dan nombre a la realidad: Revolución. Si éste es el infierno, está encantador.

Hasta la última Estación... Esperanza.

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domingo, 5 de octubre de 2008

30 de septiembre - Estación Río Amazonas (Brasil)

A questão de saber se ao pensamento humano
pertence a verdade objectiva
não é uma questão da teoria,
mas uma questão prática...
Os filósofos têm apenas interpretado
o mundo de maneiras diferentes;
a questão, porém, é transformá-lo.
Karl Marx

El trayecto de Manaos a Puerto Bello, es un viaje que solo se puede hacer por el Rió Amazonas, ya que no hay carretera. Las embarcaciones disponibles te ofrecen por 85 dólares llegar a destino en 4 días, te brinda un espacio para colgar la hamaca, un desayuno, almuerzo y cena.

Embarcación… Se vencía la estadía de nuestro hotel a las 12 hs, pero la estiramos hasta las 13 hs, y finalmente nos despedimos del lugar para salir en busca de nuestro pasaje. Frente a frente con el vendedor comenzamos a negociar la rebaja con las pocas palabras en portugués que conocíamos y el resto, a señas, el resultado fue 70 dólares menos. Acabada la compra, el paso siguiente fue una lancha que nos llevaba al barco por unos 5 dólares, hasta aquí todo estaba bien. Pero una ves en el barco, nos encontramos con una mujer encargada del chequeo del pasaje, la que nos dijo', voce tiene 170 riales por persona o se bajan, uff que momento...se desato una fuerte discusión pero no hubo modo de hacerla entrar en razón.
Así fue como pechuga debió regresar al vendedor para pedirle tiques que diga 100 reales y pagado, puesto que en la compra inicial habíamos arreglado de palabra, nosotros imaginamos que el vendedor se comunicaría con el capitán o algo parecido. Pero esto aun no terminaría ahí, aunque teníamos el comprobante en mano, hubo llamados telefónicos a la agencia, al vendedor y después de un par de gritos dijo, Argentinos viajar pero comer poco.
Instalados en el lugar, se manifestaron suspiros y risas que reflejaban nuestro nuevo paso en la aventura.

El viaje (exterior e interior)… el ardiente sol quema los cuerpos que se dejan abrazar por los dedos de la estrella de fuego. El río, lleva sobre su lomo, las embarcaciones que la caminan, de norte a sur, de noche y de día. La flora y la fauna, de muchos colores y especies, colorean la retina de quienes la descubren.
En el marco de esos pasajeros curiosos y charlatanes, están el Cordobés y el Pechuga. Córdoba, con sus ansias de dormir, sueña y mira hacia dentro. Pechu, con sus ansias de escribir, sueña y se descubre, pensando hacia dentro. Pero no está sólo, su conciencia lo acompaña. Con ella habla, se pregunta y le responde, aunque en algunos términos no muy concretos. Con el relato vivo de la verdad, Radio Yiramundi 0.00 Mhz “Alta Fidelidad” y desde algún lugar del Amazonas occidental, los invito a éste gran teatro de locos, entre el Pechu y su conciencia:
Este necesario descubrimiento, revelación de la cara oculta bajo la máscara, es desde la esperanza y no desde la nostalgia, fundado en la solidaridad y no en la soberbia. En sí, buscando la relación de identidad entre el hombre y la naturaleza y las viejas costumbres de libertad. Todas estas inquietudes, me surgen a partir del inconformismo de la sociedad capitalista, que genera resignación, egoísmo, incomunicación; dejando intacta la imagen sin cambiar la realidad, prometiendo amor sin dolor y paz sin guerra.
Esta sociedad que tiende a consumir la “ideología de supermercado” que difunden los medios masivos de comunicación y que reduce las relaciones humanas al juego siniestro de la competencia y el consumo, apaga la chispa de encender conciencias y revelar la verdad… Siento un fuerte sonido en mi interior, como el golpe de campana que nos libraba de la tortura de la enseñanza escolar, estéril e ineficaz, de la historia oficial… ese sonido se transforma en voz que dice:
¿Puede un escritor, por mucho que arda su fueguito, contra el engranaje de la mentira y el conformismo? (conciencia)
Si la sociedad tiende a organizarse de tal modo que nadie se encuentre con nadie ¿Qué papel puede cumplir una literatura de vínculo fraternal y de participación solidaria? (Pechu)
C- mmm… mmm… aquí la que pregunta soy yo. Así que, respóndeme sin interrogantes
P- Es decir, los escritores buscamos interlocutores, no admiradores; ofrecemos diálogo, no espectáculo. Sé escribe a partir de una tanteo de encuentro, para que el lector comulgue con palabras que nos viene de él y que vuelvan a él como espiración y vaticinio.
C- ¿Qué sentido le otorgas a la… shiiiiuuyyyyrrrggggfffsccsiiuuuu… Se vocé realmente está precisando de ajuda en suas necesidades: sofrimento? Desemprego? Medo do futuro? Depressáo? Entao, por favor, nao esquica que há alguém que tem todo poder para enfrentar qualquer situacáo: Jesús Cristo o filho de Deus…
En tanto, el sol, paleta de óleo, pinta al cielo azul en rojizo. La tarde empieza a caer y nace la luna por el lado inverso, en esta atmósfera y luego de la interferencia de la radio “Exército de Deus”, los invito a la última parte del diálogo de “Pechu y su otro yo”
C- ¿El escritor, sólo vale cuando edita sus textos en tiradas de miles de ejemplares o sólo lo hace por oficio?
Uno escribe, en realidad, para la gente cuya suerte o mala suerte, uno se siente identificado: en mi caso, para los rebeldes, los maldormidos, los descalzos y humillados; pero la mayoría de ellos, no saben leer y entre la minoría que sabe ¿cuántos disponen de dinero para comprar un periódico?
C- E sua pregunta é ¿Para que sirve la palabra escrita? ¿Qué función cumple en la sociedad?
<! P- ja, ja, ja. Ahora que estamos navegando por el Amazonas, ya hablas portugués, sin dudas que eres una hipócrita.
Deja de reprocharme y contesta mi pregunta
P- La palabra es un arma y puede ser utilizada para bien o para mal. Uno cuando escribe, ofrece el testimonio de nuestros tiempos a nuestra gente, para ahora y después. Creo, que la literatura peleadora que perdura, se niega a barrer las cenizas y procura, en cambio, encender el fuego, diciendo, con el puño en alto “estamos aquí, aquí estuvimos; somos así y así fuimos.”
La noche, tiene luz propia. La luna y las estrellas alumbran el rumbo de la embarcación, que lentamente, navega entre los brazos verdes de la selva. Pechu, dejó de conversar con su conciencia y se deja estar, mirando al espejo que el río resplandece: a veces, la memoria, que va cambiando conmigo, me tiende trampas. ¿no resulta cómodo refugiarse en el pasado, cuando la realidad me da miedo o bronca porque no se parece a mis deseos? ¿Me refugio en el pasado que realmente fue o en el que invento, sin saberlo, a las necesidades actuales?
El viaje, me nutre por lo que elijo y también por lo que rechazo. Así, amplío el campo de mi mirada y así voy encontrando claves de creación y orientación para cuando llegue la hora del regreso. Cierro unas puertas pero abro otras. Es una penitencia y, a su vez, una libertad y responsabilidad, que tiene una cara negra y una cara roja: la cara negra toca la muerte y la cara roja, abanica el corazón.
Nota: este texto está dedicado a los escritores que en años de dictaduras rompieron con la máquina del silencio, con la pluma y el fusil en la mano. Especialmente, para el poeta Paco Urondo y los narradores Haroldo Conti y Rodolfo Walsh.
Hasta la Próxima Estación… Esperanza.
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