Esta publicación pertenece a seis pares de relatos con sus respectivos títulos, divididos en "Cuerpo" (la experiencia) y "Alma" (el contrapunto emocional). Este relato, pertenece al primer bloque de un libro que nunca dejo de escribir: “Viajes del cuerpo y del alma”. Cada capítulo-par es una unidad que dialoga entre el afuera y el adentro.
Cuerpo
Esa noche el mar fue mi piso,
y la lancha, mi cuarto sin paredes.
El motor dormía,
pero el agua hablaba bajito, todo el tiempo.
Dormí acurrucado junto a un bidón de gasolina
y dos pescadores que roncaban como el viento.
Las estrellas eran muchas, pero lejanas.
El miedo también.
Entre el vaivén de la marea y el eco de la costa,
entendí que hay noches donde no se duerme,
se flota.
Alma
Nunca me sentí tan lejos de
todo.
Ni de la costa,
ni de la tierra,
ni de las certezas.
Dormir ahí fue rendirme:
a la marea, al insomnio,
a la parte de mí que no necesita techo sino cielo.
El vaivén me arrulló como cuando era bebé.
Y en ese movimiento sin destino
me sentí amado por el mundo.