Esta publicación pertenece a seis pares de relatos con sus respectivos títulos, divididos en "Cuerpo" (la experiencia) y "Alma" (el contrapunto emocional). Este relato, pertenece al primer bloque de un libro que nunca dejo de escribir: “Viajes del cuerpo y del alma”. Cada capítulo-par es una unidad que dialoga entre el afuera y el adentro.
Cuerpo
La frontera entre Costa Rica y
Nicaragua no tenía camas.
Solo camiones, humo, calor seco.
Dormí sobre mi bolsa,
al lado de un perro flaco y un migrante que roncaba en italiano.
La noche no tenía dueño.
Las moscas sí.
El pasaporte bajo el pantalón.
El alma en la garganta.
Cuando me quedé dormido,
soñé que no había líneas, ni sellos, ni aduanas.
Solo caminos.
Alma
Dormir en una frontera es
aceptar que no sos de ningún lado.
Que tu nombre no pesa más que un papel,
que tú historia se resume en un sello.
Ahí entendí que todos, en el fondo,
somos un paso en tránsito,
una pregunta sin respuesta.
Esa noche me sentí más cercano a los desposeídos,
a los que no tienen patria
pero aún tienen pies para seguir.