sábado, 27 de abril de 2013

Estación Yavi


Ya instalados, al final de la Ruta Nacional Nº 9, a 3.442 msnm, y a 289 kilómetros de San Salvador de Jujuy, en el límite con la vecina nación de Bolivia, acomodamos nuestros bultos y agarramos las bicicletas, nuestras fieles compañeras, por primera vez en el viaje.

Nuestro breve destino, a 16 Km de La Quiaca, por ruta asfaltada, y en la limpidez de su cielo, nos esperaba el pueblo de Yavi. No obstante, a pocas cuadras del hotel, nos interfiere en el camino, un notero y una cámara del canal 6 de la televisión local, para realizarnos una entrevista, por la travesía trazada. (ver vídeo).

Los libros, dicen que el bronce y el oro, constituyeron sin duda el histórico pueblo de Yavi, verdadero oasis en la aridez puneña. Hoy, el pueblo está parcialmente despoblado, donde sus casas son de adobe, con típicos techos de cañas, barro y paja, -sin dudas- adecuado abrigo para las heladas noches puneñas.

El viaje, fue placentero y no presentó inconvenientes, ya que sólo sufrimos una elevación de 300 metros a la salida de la ciudad, para luego, descender bruscamente por el pavimento y transitar con altibajos a lo largo de la ruta 5.

Cerca del mediodía, llegamos al histórico pueblo, para asentarnos en la plaza y tomar unos mates con dulces, y recorrer sus calles de piedras y su antigua iglesia. La plaza del pueblo, no tiene más de 20 mts2 y Elisa, su cuidadora, mansamente riega lo poco de tierra que conforma su contorno. Pues, de lunes a viernes, realiza su trabajo de cuatro horas. Sentándose cada media hora a esperar que el sol le de sombra sur en su cuerpo, para ir a alimentar a sus niños.

Después de las 14 horas, retomamos la carretera que nos depositaría nuevamente en La Quiaca, donde ya nos encontraríamos con el "negro" Luna y a esperar la noche para que al otro día sí empezar el trayecto de la ruta 40 por la puna jujeña.

Próxima Estación, Santa Catalina.

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