miércoles, 8 de abril de 2015
Próxima Estación, Cuba...
"Para ir delante de los demás, se
necesita ver más que ellos."
José Martí
LLegar de Uruguay, disfrutar de Manu Chao en Buenos Aires y regresar al trabajo pensando en lo que viene... Cuba y su revolución.
Sin dudas, que estos días son convulsionados, para nuestra existencia. La "utopía" llamada Cuba casi casi que está por concretarse después de dos fallidas salidas: México y Venezuela.
Creo, que estamos en un buen momento para concretar dicho viaje. Más aplacado en las ideas, con el sello turbante de la imaginación de los años rebeldes y barbudos, con el presente más real de la cercanía gringa y la casi "invasión" cultural de Miami.
Cuba, por lo que hemos leído y por los comentarios de viajeros que han pisado la isla, vive en una dicotomía constante. Entre la nostalgia de lo que fue y de la incertidumbre del presente-futuro.
Más allá de este análisis al viento que podemos apreciar sin haber ido aún a la isla, nuestro viaje estará visualizado en conocer los rincones de la isla y no, solamente, para posar nuestros cuerpos en las playas caribeñas.
Las incertidumbres son muchas, no sólo por el momento histórico que vive la isla, sino que la movilidad dentro de la misma es una incógnita: Viazul, Camión, Guagua, Máquinas, Taxi o hacer botella (dedo) son muchas de las opciones que hemos leído...
En fin, allá iremos y manejaremos la mejor opción... Todo en el mundo se desvanece.
Próxima Estación, La Habana.
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lunes, 6 de abril de 2015
Estación Buenos Aires
"Todo es mentira en este mundo, Todo
es mentira... ¿Por qué será?".
Manu Chao
Y como todo viaje, tiene una fecha de
vuelta. El espacio físico regresa aunque muchas veces quedan pedacitos de
nuestro cuerpo en sitios mágicos, pero el viaje interior, sigue fluyendo. No se
detiene, no sigue la marcha del bus o del barco o del avión o de la bicicleta.
Pero en Buenos Aires, nos esperaba Manu Chao y las amistades. Era fija, que la ceremonia de reeencuentro iba a cargarse de buenas energías: de aliento, de pogo, de asado, de fernet y otras hierbas.
Así, fuimos por
la carretera, en retroceso, mirando los sitios que supimos rodar semanas atrás.
Uruguay, en nuestro paso, nos brindó su solidaridad, nos abrazó como hermanos
rioplatenses y nos enseñó que la hermanadad latinoamericana, en este pequeño
pedazo de tierra del cono sur, no solo se brinda en los discursos sino también
en las acciones.
Al llegar a Colonia, sellamos los pasaportes y
embarcamos rumbo a la babylon porteña. Cerca de las 18 horas pisamos suelo
argentino y acomodamos los bultos en la bicicleta y rumbeamos hacia Floresta.
Gamu y Gastón, nos estarían esperando para luego gozar de Manu Chao en el
estadio Ferro.
Calle
más calle… de esquina a esquina, bala perdida: la noche y la luna, nos
acobijaron en el ritual de Manu y La Ventura. Mucha energía, mucha fuerza. Se
fuerza la máquina, de noche y de día.
Casi 3 horas de
recital al palo y 30 mil almas que repudiamos a Monsanto “te lo digo te lo
canto, fuera Monsanto” la banda hizo un recorrido con sus clásicas rolas y
describió el dolor y la lucha que aún sufren los países de la periferia global.
Pase lo que
pase, sea lo que sea, a nuestra manera… Próxima Estación, Esperanza.
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