miércoles, 24 de agosto de 2016
Estación Cafayate
Hay que luchar por cada bocanada de aire
y enviar la muerte al carajo...
(Nunca, olviden de amar)
La pequeña ciudad por la ruta 40 casi pegada a
Tucumán o dónde metros adentro comienza la provincia de Salta, era nuestro
destino, desde que salimos de Santa Teresita hace unas semanas.
Y pasada la media tarde, hicimos pié en tierra
cafayateña y fuimos en busca del abrazo hermano. Marcos y Celeste (y Atahualpa),
nos estaban esperando para el reencuentro. Algunos meses, habían pasado de
nuestro último pechugón y ahorita se daba con la panzota de la flaca y otra
vida, por venir a este mundo loco pero brotado, en algunas ocasiones, de amor.
Así, durante una semana, fuimos caminando,
conociendo, interpretando, la nueva vida de mi hermano y de su futura familia.
Por las callecitas norteñas, en donde el rodar de su bicicleta interminable, lo
lleva y lo alcanza al trabajo. Allí, en donde al aire cálido matutino, hace
temblar los cimientos de cualquier estructura sólida y que por las noches, enfría
hasta la piedra más sagrada del valle.
Y entre vinos, risas, fuego y amistades, nos
regocijamos de la energía de la vida y pateamos la malaria abusiva del gobierno
de turno, de la policía corrupta que nos “controla” a cada paso para sacarnos
una tarasca de nuestro bolsillo y de la malaria enfermiza de los medios de
desinformación, que te oprimen diariamente para que te quedes sentado en el sofá
de tu casa, mirando todo mientras ellos eligen como vivir.
Claro, quedaba el regreso y cuantiosas horas de
carretera, pero antes de semejante empresa, nos propusimos viajar por la
Quebrada de las Conchas y pisar suelo capitalino. Salta, fue la recepción
previa a tanto viaje. Pero esa, es otra historia, más artificial y conocida de
cualquier metrópolis del país y no vale la pena desarrollarla.
Nos volveremos a encontrar, en otro viaje, en otra
historia, de esta hermosa América que es apabullada por los nuevos gobiernos
neoliberales.
La Mirada… Si no aprendemos a mirar el
mirarse del otro, ¿qué sentido tiene nuestra mirada, nuestras preguntas?
¿Quién eres?
¿Cuál es tu historia?
¿Dónde tus dolores?
¿Cuándo tus esperanzas?
Pero no sólo importa qué o a quién se mira. También, y sobre todo, importa
desde dónde se mira. Y elegir a dónde mirar es también
elegir desde dónde. Y para el mirar nuestro, las respuestas nunca son sencillas.
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domingo, 14 de agosto de 2016
Estación Valles Calchaquíes
“Quisiera ser como el
pájaro que al despuntar la mañana,
despierta y le canta
al mundo el canto de una esperanza”
José Larralde
Sintiendo. Amando. Respirando. Así
caminos por los Valles Calchaquíes. Sumergidos en una atmósfera de cosmovisión
constante en donde la vida se asemeja a la irrealidad presente.
Donde el pasado vive en cada
piedra, en la hiedra, en el viento y en el agua. De Tucumán hasta Salta,
pasando por El Mollar, Tafí del Valle, Amaicha y Cafayate, fuimos absorbiendo
los secretos de la Madre Tierra y la enseñanza de los pueblo originarios.
Gratitud, es lo único que nos
resta manifestar…
¿Qué será lo que busca?
Si al mirar al cielo, los ojos siguen
los rayos de luz que emite el sol o
los viajes que indican las estrellas o
los caminos que alumbra la luna…
Si los oídos interpretan
los secretos que guarda el bosque o
los mensajes de guerra y paz
que navegan por los ríos.
Si admiramos la libertad
en el vuelo del pájaro,
o lo bello del mundo
en la simpleza de una flor.
Si escuchamos a los niños que lloran
implorando amor,
y a los viejos que gritan
pidiendo comprensión.
Si el amor es simplemente un sentimiento,
si los interrogantes del mundo
carecen de respuesta.
Si la necedad del hombre no tiene arreglo.
¿Qué será lo que busca el alma?
Florencia Paula Lahitte
Próxima Estación, Cafayate
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miércoles, 10 de agosto de 2016
El Viaje - Gabriel Gárcia Márquez
Viajar es marcharse de casa,
es
dejar los amigos
es intentar volar
volar conociendo otras
ramas
recorriendo caminos
es intentar cambiar.
Viajar es vestirse de loco
es decir
“no me importa”
es querer regresar.
Regresar valorando lo
poco
saboreando una copa,
es desear empezar.
Viajar es sentirse poeta,
es
escribir una carta,
es querer abrazar.
Abrazar al
llegar a una puerta
añorando la calma
es dejarse besar.
Viajar es volverse mundano
es
conocer otra gente
es volver a empezar.
Empezar
extendiendo la mano,
aprendiendo del fuerte,
es sentir
soledad.
Viajar es marcharse de casa,
es
vestirse de loco
diciendo todo y nada con una postal,
Es dormir
en otra cama,
sentir que el tiempo es corto,
viajar es
regresar.
Gabriel Gárcia Márquez
domingo, 7 de agosto de 2016
Estación Tucumán
Viajamos de Córdoba a Tucumán con el objetivo
de pasar la noche en la carretera y desayunar en el “Jardín de la República”.
El viaje, por cierto, fue placentero. La noche, alumbrada por una luna
creciente, por momentos, fue la única testigo de nuestro andar.
Un control policial y las periódicas paradas en la carga de combustible, fueron las únicas pausas que intercedieron el avance del golcito.
Con la luz del día, pisamos la ciudad capital y
fuimos en búsqueda del hospedaje. Rebotando en 3 oportunidades, encontramos un
hostel en la calle Congreso, a metros de la “Casa de Tucumán”.
Allí, descansamos dos noches. Y fuimos a
recorrer la ciudad y obviamente, la mencionada “Casa de la Independencia”. Y ahí,
en el Jardín de la República, contemplamos y sentimos la historia que no fue y
que quiso ser.
Donde los “patriotas” de aquel entonces,
firmaron la declaración en 1816, en un manifiesto reluciente y liberador que en
la práctica, nada fue resuelto.
También, ir a la plaza de la independencia,
donde están los cimientos de la Casa de Gobierno y los frutos de naranjo, que
el actual Presidente, mandó a sacar “por precaución hacia su figura
presidencial”.
Acta de la declaración de la independencia argentina -
9 de julio de 1816
En la benemérita y muy digna
ciudad de San Miguel de Tucumán a nueve días del mes de julio de mil
ochocientos diez y seis, terminada la sesión ordinaria, el Congreso de la
Provincias Unidas continuó sus anteriores discusiones sobre el grande, augusto,
y sagrado objeto de la independencia de los pueblos que lo forman. Era
universal, constante y decidido el clamor del territorio entero por su
emancipación solemne del poder despótico de los reyes de España. Los
representantes, sin embargo, consagraron a tan arduo asunto toda la profundidad
de sus talentos, la rectitud de sus intenciones e interés que demanda la
sanción de la suerte suya, la de los pueblos representados y la de toda la
posteridad. A su término fueron preguntados si querían que las provincias de la
Unión fuesen una nación libre e independiente de los reyes de España y su
metrópoli. Aclamaron primero, llenos del santo ardor de la justicia, y uno a
uno reiteraron sucesivamente su unánime voto por la independencia del país,
fijando en su virtud la determinación siguiente:
“Nos los representantes de las
Provincias Unidas en Sud América, reunidos en Congreso General, invocando al
Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los pueblos
que representamos, protestando al cielo, a las naciones y hombres todos del
globo la justicia, que regla nuestros votos, declaramos solemnemente a la faz
de la tierra que, es voluntad unánime e indudable de estas provincias romper
los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los
derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación
libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli.
Quedan
en consecuencia de hecho y de derecho con amplio y pleno poder para darse las
formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales
circunstancias. Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y
ratifican, comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta
su voluntad, bajo el seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama.
Comuníquese a quienes corresponda para su publicación, y en obsequio del
respeto que se debe a la naciones, detállense en un manifiesto los gravísimos
fundamentos impulsivos de esta solemne declaración.”
”Dada en la sala de sesiones,
firmada de nuestra mano, sellada con el sello del congreso y refrendada por
nuestros diputados secretarios. – Francisco Narciso de Laprida, presidente.
–Mariano Boedo, vice-presidente, diputado por Salta. –Dr. Antonio Sáenz,
diputado por Buenos Aires. – Dr. José Darregueyra, diputado por Buenos Aires. –
Dr. Fray Cayetano José Rodríguez, diputado por Buenos Aires. – Dr. Pedro
Medrano, diputado por Buenos Aires. – Dr. Manuel Antonio Acevedo, diputado por
Catamarca. – Dr. José Ignacio de Gorriti, diputado por Salta. – Dr. José Andrés
Pacheco Melo, diputado por Chichas. – Dr. Teodoro Sánchez de Bustamante,
diputado por la ciudad y territorio de Jujuy. – Eduardo Pérez Bulnes, diputado
por Córdoba. – Tomás Godoy Cruz, diputado por Mendoza. – Dr. Pedro Miguel
Aráoz, diputado por la capital del Tucumán. – Dr. Esteban Agustín Gazcón,
diputado por Buenos Aires. – Pedro Francisco de Uriarte, diputado por Santiago
del Estero. – Pedro León Gallo, diputado por Santiago del Estero. – Pedro
Ignacio Ribera, diputado de Mizque. – Dr. Mariano Sánchez de Loria, diputado
por Charcas. – Dr. José Severo Malabia, diputado por Charcas. – Dr. Pedro
Ignacio de Castro Barros, diputado por La Rioja. – L. Jerónimo Salguero de
Cabrera, diputado por Córdoba. – Dr. José Colombres, diputado por Catamarca. –
Dr. José Ignacio Thames, diputado por Tucumán. – Fr. Justo Sta. María de Oro,
diputado por San Juan. – José Antonio Cabrera, diputado por Córdoba. – Dr. Juan
Agustín Maza, diputado por Mendoza. – Tomás Manuel de Anchorena, diputado de
Buenos Aires. – José Mariano Serrano, diputado por Charcas, Secretario. – Juan
José Paso, diputado por Buenos Aires, Secretario”.
Fuente: http://www.elhistoriador.com.ar
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miércoles, 3 de agosto de 2016
Estación La Falda (siete cascadas)
Los seres de las cascadas
El agua de las cascadas es un
agua repleta de energía por el batir de sus moléculas. Es el agua más
oxigenada. Si proviene de lugar impoluto, el agua más sagrada. Filtrada de
vertiente o de lluvias. Si es de vertiente, energía en ascensión. Si es de
lluvia, energía en descenso. Ambas potencian a diferentes seres.
Los pequeños de las cascadas: No se sabe de dónde se generaron, tal vez de la fusión de almas de duendes y de hadas, mojados por aguas de cascadas en ascensión.
Estos pequeñines con forma
humanoide, poseen membranas entre sus dedos. Ojos muy grandes con una membrana
transparente sobre ellos que abre y cierra, y, sobre ella, párpados. De cuerpos
translúcidos y cráneos opacos. Su desemejanza con las hadas son las alas, que
poseen alas más parecidas a plumas. Estos seres poseen alas membranosas,
parecidas a las de los murciélagos, aerodinámicas debajo del agua, más largas
que las de las hadas, pero plegadas en la espalda la mayor parte del tiempo. La
manera de desplegarlas es llenándolas con agua, ya que están hechas de venas y
membranas. Se cierran con unas válvulas cuando no las necesitan. Son muy
estéticos. Piernas más cortas, en proporción, que los humanos. La cara es oval,
con la frente en punta (como una gotita al caer). Poseen una barba larga, bien
larga, como saliendo de la perita. Los ojos son como media esferas, saltones y
celestes. Cuando están entrando en estado pronto a fallecer se les tornan rosa.
El promedio de vida es de un año.
Se destacan por su jolgorio. Viven
alegremente. Se alimentan de musgos y mini crustáceos. Tienen su propio
lenguaje que, si en la frecuencia humana se oyese, sería como silbiditos.
Debido a su elasticidad son prácticamente inmunes a los golpes. Están adaptados
para moverse a gran velocidad en el agua. Su mayor diversión es dejarse llevar
por las caídas de agua, y chillan, simulando que tienen miedo. En realidad es
jolgorio puro. Otra de las actividades que los divierte es tomar de las patas a
insectos que flotan en la superficie del agua, en su afán de escapar los llevan
como si fuesen esquíes. Una secreción que poseen en su piel impide que queden
adheridos a rocas secas y telarañas.
Su mayor enemigo es la trucha,
que de vez en cuando devora algún adulto. Eso sucede porque van perdiendo su
capacidad de mimetización en edad cercana a dejar su existencia. Otro enemigo
con el cual no bromean es la libélula. No la voladora, sino la larval que está
bajo el agua. Pero las pueden detectar muy bien y no se les acercan.
Su olfato y gusto tienen desarrollo
óptimo, eso los mueve a afincarse en aguas puras. Hay también elementales de
aguas podridas que son similares a ellos, también en su actuar, pero de color
negro o marrón y más voraces. Las larvas de libélula son el alimento de estos
últimos.
Los seres de la cascada
transparente aman a los renacuajos. Los utilizan como caballos en el agua, se
llevan bien. Pero cuando los renacuajos se transforman en ranas o sapos los
desconocen y allí corren peligro.
Casi siempre, cuando se los puede
ver, se los confunde con camaroncitos blancos. Es una de las propiedades que
poseen de mimetización. También la transparencia. Detestan a la gente que grita
y que es sucia. Si una persona orina en el agua, ellos se marchan. Y cuando
dejaron de estar en un lugar, ya nunca regresan allí.
Si uno se concentra en la
cascada, en estado de pureza de alma y de paz, quizás los pudiese ver mezclados
con las gotas que rebotan en las piedras....
Pensamiento, Alma, Alegría y
Energía.
Mirta Liliana Koch
Próxima Estación, Tucumán
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