Los pequeños de las cascadas: No se sabe de dónde se generaron, tal vez de la fusión de almas de duendes y de hadas, mojados por aguas de cascadas en ascensión.
miércoles, 3 de agosto de 2016
Estación La Falda (siete cascadas)
Los seres de las cascadas
El agua de las cascadas es un
agua repleta de energía por el batir de sus moléculas. Es el agua más
oxigenada. Si proviene de lugar impoluto, el agua más sagrada. Filtrada de
vertiente o de lluvias. Si es de vertiente, energía en ascensión. Si es de
lluvia, energía en descenso. Ambas potencian a diferentes seres.
Los pequeños de las cascadas: No se sabe de dónde se generaron, tal vez de la fusión de almas de duendes y de hadas, mojados por aguas de cascadas en ascensión.
Estos pequeñines con forma
humanoide, poseen membranas entre sus dedos. Ojos muy grandes con una membrana
transparente sobre ellos que abre y cierra, y, sobre ella, párpados. De cuerpos
translúcidos y cráneos opacos. Su desemejanza con las hadas son las alas, que
poseen alas más parecidas a plumas. Estos seres poseen alas membranosas,
parecidas a las de los murciélagos, aerodinámicas debajo del agua, más largas
que las de las hadas, pero plegadas en la espalda la mayor parte del tiempo. La
manera de desplegarlas es llenándolas con agua, ya que están hechas de venas y
membranas. Se cierran con unas válvulas cuando no las necesitan. Son muy
estéticos. Piernas más cortas, en proporción, que los humanos. La cara es oval,
con la frente en punta (como una gotita al caer). Poseen una barba larga, bien
larga, como saliendo de la perita. Los ojos son como media esferas, saltones y
celestes. Cuando están entrando en estado pronto a fallecer se les tornan rosa.
El promedio de vida es de un año.
Se destacan por su jolgorio. Viven
alegremente. Se alimentan de musgos y mini crustáceos. Tienen su propio
lenguaje que, si en la frecuencia humana se oyese, sería como silbiditos.
Debido a su elasticidad son prácticamente inmunes a los golpes. Están adaptados
para moverse a gran velocidad en el agua. Su mayor diversión es dejarse llevar
por las caídas de agua, y chillan, simulando que tienen miedo. En realidad es
jolgorio puro. Otra de las actividades que los divierte es tomar de las patas a
insectos que flotan en la superficie del agua, en su afán de escapar los llevan
como si fuesen esquíes. Una secreción que poseen en su piel impide que queden
adheridos a rocas secas y telarañas.
Su mayor enemigo es la trucha,
que de vez en cuando devora algún adulto. Eso sucede porque van perdiendo su
capacidad de mimetización en edad cercana a dejar su existencia. Otro enemigo
con el cual no bromean es la libélula. No la voladora, sino la larval que está
bajo el agua. Pero las pueden detectar muy bien y no se les acercan.
Su olfato y gusto tienen desarrollo
óptimo, eso los mueve a afincarse en aguas puras. Hay también elementales de
aguas podridas que son similares a ellos, también en su actuar, pero de color
negro o marrón y más voraces. Las larvas de libélula son el alimento de estos
últimos.
Los seres de la cascada
transparente aman a los renacuajos. Los utilizan como caballos en el agua, se
llevan bien. Pero cuando los renacuajos se transforman en ranas o sapos los
desconocen y allí corren peligro.
Casi siempre, cuando se los puede
ver, se los confunde con camaroncitos blancos. Es una de las propiedades que
poseen de mimetización. También la transparencia. Detestan a la gente que grita
y que es sucia. Si una persona orina en el agua, ellos se marchan. Y cuando
dejaron de estar en un lugar, ya nunca regresan allí.
Si uno se concentra en la
cascada, en estado de pureza de alma y de paz, quizás los pudiese ver mezclados
con las gotas que rebotan en las piedras....
Pensamiento, Alma, Alegría y
Energía.
Mirta Liliana Koch
Próxima Estación, Tucumán
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