Bailemos todos el vacaloca
Ese ritmo terminal
Bailemos todos el vacaloca
Bailemos todos hasta el final...
Manu Chao
Ese ritmo terminal
Bailemos todos el vacaloca
Bailemos todos hasta el final...
Manu Chao
Gamu, Pechu y Córdoba ... Ecuador (Peguche) - mates, pan con manteca, mochilas - camioneta - bus - taxi - frontera, migración - Colombia (Ipiales) - camioneta - combi - (Pasto) - cena, bus - (Mocoa) - bus - (Pitalito) - banco, desayuno - camioneta - (San Agustín) = resultado: 26 horas de carretera por 15 dolares por Yiramundi. Lindo Viaje!!!!!
Colombia nos recibio como nos despidio Ecuador, con lluvias. San Agustín, es un pueblo viejo asentado en un hermoso valle, en donde los caballos, las chivas, las motos y los autos comparten el mismo camino.
Conseguir hospedaje fue duro, el alto precio que nos ofrecian no satisfacia la escasez que queriamos pagar, hasta que Gamu y el Córdoba, dieron el visto bueno a un cuarto por $15 mil por 4 dias por los tres. Alli desplegamos nuestros sacos de dormir y descansamos placidamente despues de recorrer920 km en un día.
Al día siguiente llegaron al pueblo los argentinos que conocimos en Mompiche y que compartimos mates en Otavalo y decidieron alojarse en el cuarto continuo. La lluvia que iba y venia, fue el factor dominador que conmomeró altas jornadas argentinas en cielo colombiano: con pizzas en horno a barro y mates con tortas fritas y panes dulces, se fue consumiendo el tiempo.
Además, producimos artesanías, abrimos los libros para refrescar nuestras mentes y le dimos al baratico para pasear por la inconsciencia nunca antes tan consciente.
Finalmente, el sabado pudimos visitar el Parque Arqueologico que quedaba a km del pueblo.. Alli estuvimos un tiempo ilimitado, quizas fue mucho, quizas poco, lo cierto que complacimos el arte y nos dejamos caer al abismo de la imaginacion.
Más fotos en este nick: http://almaclandestina.spaces.live.com/photos/cns!688FE8E521F1C3BF!1510/
Colombia nos recibio como nos despidio Ecuador, con lluvias. San Agustín, es un pueblo viejo asentado en un hermoso valle, en donde los caballos, las chivas, las motos y los autos comparten el mismo camino.
Conseguir hospedaje fue duro, el alto precio que nos ofrecian no satisfacia la escasez que queriamos pagar, hasta que Gamu y el Córdoba, dieron el visto bueno a un cuarto por $15 mil por 4 dias por los tres. Alli desplegamos nuestros sacos de dormir y descansamos placidamente despues de recorrer
Al día siguiente llegaron al pueblo los argentinos que conocimos en Mompiche y que compartimos mates en Otavalo y decidieron alojarse en el cuarto continuo. La lluvia que iba y venia, fue el factor dominador que conmomeró altas jornadas argentinas en cielo colombiano: con pizzas en horno a barro y mates con tortas fritas y panes dulces, se fue consumiendo el tiempo.
Además, producimos artesanías, abrimos los libros para refrescar nuestras mentes y le dimos al baratico para pasear por la inconsciencia nunca antes tan consciente.
Finalmente, el sabado pudimos visitar el Parque Arqueologico que quedaba a km del pueblo.. Alli estuvimos un tiempo ilimitado, quizas fue mucho, quizas poco, lo cierto que complacimos el arte y nos dejamos caer al abismo de la imaginacion.
Más fotos en este nick: http://almaclandestina.spaces.live.com/photos/cns!688FE8E521F1C3BF!1510/
Cel y mar... Centro arqueológico de Colombia. Pequeña ciudad cercana al rió Magdalena. Allí acampamos en la hacienda de Don Alfonso, a las afueras del pueblo. 
Por suerte, este amable señor tenía un lugar techado para poner la carpa, ya que la lluvia hacia imposible siquiera armarla. Luego de varios días, estábamos agradecidos de esa especie de garaje nos haya servido de refugio, ya que llovió absolutamente todos los días, varias veces. Llovía, paraba, salía el sol, llovía...Y así sucesivamente. Los días allí transcurrieron rodeados de paz. Mucho juego de cartas, rearmamos el paño que había sido arrasado en Ecuador, dormimos, aprovechamos la parrillita para cocinar a leña...En fin, vida de viejos nomás. Recién el último día decidimos arriesgarnos a recorrer los alrededores de la ciudad. 
Primero fuimos al Estrecho, el lugar donde el río más grande de Colombia llega a medir, de costa a costa, 2, 10 mts. Hasta llegar allí no hubo una sola persona que no nos advirtiera del peligro del lugar. Es que hay una especie de leyenda que dice que toda persona que se atreva a cruzar el Magdalena por el estrecho será "chupado" por él. Por supuesto, nos sacamos fotos, miramos, pero no nos atrevimos a desafiar la creencia popular. Desde ahí nos dirigimos al Tablón, un sitio con estatuas de piedra realizadas por indígenas. Y luego, decidimos seguir caminando casi 2 km .
hasta otra estatua llamada La Chaquira (cualquier semejanza con el nombre de una popular cantante es pura coincidencia). Es que, hasta ese momento, no llovía. Compartimos la mitad del camino con un lugareño que nos intentó convencer de los beneficios de ser "buenos católicos". Y durante la travesía entendimos por qué todos usan botas...Ya íbamos bastantes embarrados hasta que comenzó a llover y nos embarramos del todo. Hasta hubo resbalón y caída (por supuesto de Celeste Garay, para variar). Pero, así y todo, conocimos la famosa estatua con nombre de cantante. En fin, fueron días campestres, de mucha tranquilidad y relajo.
Más fotos en este nick: http://cid-913c3e378daf6068.spaces.live.com/photos/cns!913C3E378DAF6068!172/
Por suerte, este amable señor tenía un lugar techado para poner la carpa, ya que la lluvia hacia imposible siquiera armarla. Luego de varios días, estábamos agradecidos de esa especie de garaje nos haya servido de refugio, ya que llovió absolutamente todos los días, varias veces. Llovía, paraba, salía el sol, llovía...Y así sucesivamente. Los días allí transcurrieron rodeados de paz. Mucho juego de cartas, rearmamos el paño que había sido arrasado en Ecuador, dormimos, aprovechamos la parrillita para cocinar a leña...En fin, vida de viejos nomás. Recién el último día decidimos arriesgarnos a recorrer los alrededores de la ciudad. 
Primero fuimos al Estrecho, el lugar donde el río más grande de Colombia llega a medir, de costa a costa, 2, 10 mts. Hasta llegar allí no hubo una sola persona que no nos advirtiera del peligro del lugar. Es que hay una especie de leyenda que dice que toda persona que se atreva a cruzar el Magdalena por el estrecho será "chupado" por él. Por supuesto, nos sacamos fotos, miramos, pero no nos atrevimos a desafiar la creencia popular. Desde ahí nos dirigimos al Tablón, un sitio con estatuas de piedra realizadas por indígenas. Y luego, decidimos seguir caminando casi 
hasta otra estatua llamada Más fotos en este nick: http://cid-913c3e378daf6068.spaces.live.com/photos/cns!913C3E378DAF6068!172/
Comento: Radio Yiramundi 0.00 Mhz Alta Fideli… hay interferencia… - boludo!!! Son los paramilitares… - Corta!! Corta la transmisión!!!…
Hasta la Próxima Estación… Esperanza.
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