lunes, 13 de julio de 2015

Estación Trinidad (Cuba)

Siempre pienso en vos pero siento que no es suficiente, mientras que exista la injusticia, las vejaciones y el silencio... Che Comandante, eres el camino de mis libertades... 
Yiramundi


Los corazones estaban explotados de energía. Santa Clara nos había mostrado su cara más limpia y rebelde. La más humana de estos tiempos y fue difícil seguir el viaje. El viaje que nunca se detiene y que siempre exige tirar para adelante.
Subidos al carro empujado por un caballo, Arístides no se dejó saludar porque le gusta decir “hasta pronto”, fuimos rumbo a la terminal en un mar de lágrimas. Lágrimas de emoción y de tristeza por lo vivido. Así, nos despedimos de la ciudad del Che, de aquel hombre gigante que supo conmover a la humanidad desposeída por el capital y el egoísmo.
A las 17 horas, el bus encendió el motor hacia Trinidad, haciendo una pequeña escala en Cienfuegos, rodando el lomo de la pachamama y besando la espuma del Caribe. El camino, fue un paisaje ideal para volar hacia nuestros adentros y abrazarnos a la nostalgia de pensar que “vale la pena estar vivo”.
Pasadas las 20 horas, arribamos a Trinidad y a primera vista, es una ventana al pasado. Pareciera, que esta ciudad que fue fundada en 1514, el tiempo no pasa. Las hermosas calles empedradas, las plazas coloniales y los majestuosos palacios son “reliquias” para el visitante.
Nosotros, paramos en “La casa de Carlos” por $10 dólares la noche, en un departamento particular con cocina, TV, aire acondicionado y una loca terraza en donde se podía apreciar el sur de la costa cubana.
Allí, descansamos y disfrutamos de la hospitalidad del cubano. Además, de conocer la playa Ancón, la más linda del sur de la isla, fuimos parte de la noche en la “casa de la música” y en “la casa de los trovadores”.


Además, Trinidad está situada entre nutridas montañas y a 10 kilómetros del Caribe. Lo que expresa una gran varieté de recursos naturales,  entre la Sierra del Escambray y el Embalse Zaza.
Pero preferimos por el descanso, y todas las tardes nos subimos al bus que te traslada a la Playa Ancón, paseando por las playas de “La Boca” y alrededores de la costa. Algunas cadenas de hoteles, son los únicos edificios entre tanta naturaleza.
Y para destacar, el punto negativo de este viaje, es la basura que dejan “olvidada” en las playas los cubanos en su estadía: latas de cerveza, bolsa de plástico y botellas de ron, son el lado oscuro del paisaje.

Próxima Estación, Camagüey

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola! Los encontré por este video: https://www.youtube.com/watch?v=UnFcw0FMnRo
Les dejé un cometario pero se los copio acá otra vez, a ver si me responden. Mi correo es ancobamor@gmail.com
Gracias! :)

"Hola chicos! genial lo que hicieron!
¿cuánto tiempo tardaron? ¿cuántos kms hacían por día? ¿cuántos kms recorrieron en total?
es que yo quiero hacerlo también. Soy de Talca, Chile y al lado tengo el "paso pehuenche" que si lo sigo, llego directo a Buenos Aires.
La verdad pienso ir entrenando 12 kms diarios y los fines de semana ir de mi pueblo (Parral) hasta Pelluhue (a 100 kms, un pueblo en la costa Pacífico).
Solo soy una persona sana y con motivación, no soy ciclista profesional ni nada, pero por eso, me gustaría que me recomendaran si aventurarme en esto o no. Iría sola además.
Ojalá puedan responder. Gracias :)"

Gonzalo Clandestino dijo...

Hola, no puedo ver el vídeo, me imagino que estás hablando del cruce de los andes en bicicleta que realizamos en 2012... nosotros hicimos un promedio de 70 km diarios, así que si andás entrenando como lo mencionas no vas a tener complicaciones físicas. Nosotros tampoco somos ciclistas profesionales sino unos locos que viajamos por nuestra hermosa latinoamerica... y no tengas dudas en agarrar la carretera y rumbear junto al viento que es lo más libre del mundo!!! saludos