Es por esta razón, por la que no podemos simplemente poner la Biblia de lado. Tenemos que desecharla completamente. Ya que sólo habla de un Dios vanidoso y arrogante. En su omnipresencia, El Señor nos vigila día y noche. Toma nota de nuestras acciones y pensamientos, ¿Pero qué es un hombre sin secretos, sin pensamientos y deseos que él y sólo él conoce? ¿Dios nuestro Señor, no considera acaso que nos roba el alma con su curiosidad desenfrenada? un alma que debe ser inmortal… Pero, ¿quién seriamente querría ser inmortal? ¡Qué aburrido saber lo que sucede hoy, este mes, este año… no importa! Nada tendría importancia.
martes, 26 de abril de 2016
Que la vida siempre te encuentre con un ticket...
Me senté frente al computador
para ver-observar-analizar “Tren de noche a Lisboa” y viaje en un coche junto
al profesor. Caminé su historia, respire la brisa de mar y balbuceé en sus
palabras…
“No me gustaría vivir en un mundo
sin catedrales. Necesito su belleza y grandiosidad, en lugar de los colores
sucios de los uniformes militares. Amo las poderosas palabras de la Biblia.
Necesito la fuerza de su poesía. La necesito contra el decaimiento del
lenguaje, y las consignas inútiles de los dictadores.
Pero hay otro mundo en el que no
deseo vivir, un mundo en el que el pensamiento independiente es despreciado y
las cosas que mas aprecio, denunciadas como pecado. Un mundo donde nuestro amor
es exigido por tiranos opresores y asesinos. Y lo más absurdo, la gente es
exhortada desde el púlpito a perdonar a estas criaturas y hasta amarlas.
Es por esta razón, por la que no podemos simplemente poner la Biblia de lado. Tenemos que desecharla completamente. Ya que sólo habla de un Dios vanidoso y arrogante. En su omnipresencia, El Señor nos vigila día y noche. Toma nota de nuestras acciones y pensamientos, ¿Pero qué es un hombre sin secretos, sin pensamientos y deseos que él y sólo él conoce? ¿Dios nuestro Señor, no considera acaso que nos roba el alma con su curiosidad desenfrenada? un alma que debe ser inmortal… Pero, ¿quién seriamente querría ser inmortal? ¡Qué aburrido saber lo que sucede hoy, este mes, este año… no importa! Nada tendría importancia.
Es por esta razón, por la que no podemos simplemente poner la Biblia de lado. Tenemos que desecharla completamente. Ya que sólo habla de un Dios vanidoso y arrogante. En su omnipresencia, El Señor nos vigila día y noche. Toma nota de nuestras acciones y pensamientos, ¿Pero qué es un hombre sin secretos, sin pensamientos y deseos que él y sólo él conoce? ¿Dios nuestro Señor, no considera acaso que nos roba el alma con su curiosidad desenfrenada? un alma que debe ser inmortal… Pero, ¿quién seriamente querría ser inmortal? ¡Qué aburrido saber lo que sucede hoy, este mes, este año… no importa! Nada tendría importancia.
Ninguno de los aquí presentes,
quiere saber lo que sería vivir eternamente. Y es una bendición no saberlo
nunca. Os puedo asegurar una cosa, sería un infierno este eterno paraíso
de la inmortalidad. Es la muerte y sólo la muerte, lo que le da a cada momento belleza
y horror. Sólo a través de la muerte el tiempo es algo vivo. ¿Por qué Dios no
lo sabe? ¿Por qué nos amenaza con una eternidad que sólo puede ser
insoportablemente vacía?"...
* Discurso que Amadeu do Prado
recita durante su acto de graduación.
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