sábado, 12 de agosto de 2017
El otro, el hijo...
Por Laura Otero
La
llegada del otro nos enviste, nos modifica, nos transforma y cuando
ese “OTRO” es el HIJO, la palabra transformación se hace
tangible y real.
El otro,
el hijo nos permite…
Pensar y
pensarnos... ¿quiénes somos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Somos los
mismos o somos otro?...
Sentir y
sentirnos como parte del todo, de lo humano, de la vida. Amar y
amarnos, sabiéndonos pequeños, imperfectos…… sabiéndonos OTROS
Perdonar
y perdonarnos, porque en la simpleza del perdón las almas se
encuentran. Esperar
y esperarnos, cada quien a su tiempo, a su ritmo, a su deseo. Soñar y
soñarnos, porque es posible vivir y construir otros mundos
El OTRO,
el HIJO nos da la oportunidad de seguir creciendo, de desafiarnos en
los propios límites, pero sobre todo nos permite experimentar el
milagro inacabable de la vida. Tus ojos
lo verán crecer, caminar, caer y levantarse mientras camina su
vida…que no es la tuya.
Misterios
caprichosos de la vida… lo veras reír y llorar, calmo y
enfurecido, en silencio y lleno de palabras, en medio de la paz y
luchando en sus tormentas, lo veras irse y volver para volver a irse.
El
OTRO…EL HIJO, la herencia, el cuerpo y el espíritu… el que llega
para darnos una vez más la posibilidad de transformarnos.
Bienvenidos
Román, Tamara y Gonza (ustedes dos ya son otros y son 3)
Comparte esta entrada
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario