viernes, 11 de septiembre de 2015
Estación Patagonia
"Contempla cada camino de cerca, entonces hazte esta pregunta
crucial: ¿me lleva el corazón por esta ruta? Si lo hace, entonces el camino es
bueno. Si no es así, es inútil..."
Carlos Castaneda
Hoy me levanté sabiendo que iba a
ser un día intenso. El sol, que está opacado por el frío, no hace brasitas en
el aire. El viento, junto a la mar, lo empujan hacia el cielo y lo estacionan nuevamente
en el invierno que, testarudo, no quiere quedarse en el olvido.
Entonces, septiembre, el mes del
lazo con la tierra, se hace escuchar. Y yo, con la mirada en el sur, parezco
una semilla por germinar. Aunque siento que estoy germinando hace muchos días y
varias noches. Porque estoy viviendo en tierra fértil y que el riego de mi
corazón, de mis ideas, de mi acción, es natural.
Y ante tanta energía, me dejo
llevar por el mundo de la carretera. Porque somos energía y después objetos o ¿somos
cuerpo y después almas? Si no sabemos responder esta pregunta o no empezamos
con la premisa de que es un mundo de energía, creo que nunca seremos capaces de
percibir energía directamente.
Es tan raro viajar y hermoso, a
la vez, que las sensaciones vibran por dentro. Estallan. Y vuelven a estallar.
Eso es el viaje en mí. Una explosión de energía, que revolucionan mi mundo
interior y lo canalizo con lo que observo y miro, que no es lo mismo, pero es
igual.
Así que, somos quienes somos por
un montón de razones. Y quizá nunca conozcamos la mayoría de ellas. Pero aunque
no tengamos el poder de elegir de dónde venimos, todavía podemos elegir adónde
vamos. Todavía podemos hacer y sentir. Y podemos intentar sentirnos bien con
ellas...
Próxima Estación, Bariloche
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