martes, 28 de mayo de 2013

Ruta 40 en Bicicleta: Coyaguayma - Coranzulí

Viajar, es la más bella universidad que existe. Yiramundi

La noche más dura de lo que va del viaje y casi, de la vida. Los menos 7 grados que ostentó la madrugada en Coyaguayma, congeló las ideas, el aire, el material y las bicicletas. Pues, nunca estuvimos en Siberia, pero estuvimos cerca de vivirlo.


 Sin dudas, Poli, fue el más perjudicado, por no tener carpa y su sueño se vio quebrado por las cuatro paredes del Centro Social, que hicieron de cámara frigorífica en la puna jujeña. En tanto, Luna, los hermanos Niggli y Garay, durmieron sumergidos en su propia respiración.

Desayuno mediante, nos decidimos empezar la cruzada hasta Coranzulí, un pequeño pueblo sumergido entre montañas y ríos. Donde su altitud alcanza los 4000 msnm, con previos picos de 4400 y 4200 metros.

Sumado a esto, el frío mañanero jugó un factor importante, en la respiración y en el accionar. Pues, la falta de aire y la agitación cardíaca, hicieron disminuir el ritmo deseado. Sobre todo, Poli, fue quien más lo sintió.

Después de los primeros 10 km, nos topamos con un arroyo congelado, que atravesaba la carretera. Nuestra incredulidad, por semejante oasis de hielo, hizo que detuviéramos la marcha y entre risas y fotos, sellamos dicho paso para la prosperidad. Poli, quien venía golpeado por el frío, se atrevió a cruzarlo con la “jirafa” y rompiendo el hielo a su paso, pudo llegar al otro lado de la ruta.


Por lo tanto, nosotros, decidimos esquivar el espejo de cristal y rodamos por el costado de la RN 40. El “negrito” Luna, como habitualmente ocurría, rodaba en la delantera del pelotón junto a Gonzalo, mientras que Marcos y Poli, llevaban su ritmo. Paralelamente, Garay, acompañaba desde el vehículo y hacía su aporte de auxilio, por si un soldado se caía físicamente.

De esta manera, fuimos hacia el horizonte y los carteles de vialidad nos indicaban el destino. En estos viajes, entendemos que dos más dos, no siempre hacen cuatro. Aprendemos, las ciencias que los científicos dicen que no son ciencias, leer las casualidades y el azar. Un aprendizaje, que te saca un poco de la encerrona de la sociedad.

Finalmente, llegamos al destino marcado, en el mapa de Marcos. Coranzulí, un pueblo de 420 habitantes, aproximadamente a 257 Km. de San Salvador de Jujuy y a 53 Km. de Susques, por la Ruta Provincial Nº 74.


Es un pequeño pueblo de mineros que sufrió notablemente el cierre de los yacimientos de la región y que ahora apuesta a la producción de camélidos, sobre todo llamas, que encuentran un entorno natural favorable para su desarrollo. Muchos de los pobladores,  abandonaron el pueblo en busca de oportunidades laborales y ahora están retornando.

El pueblo tiene comisión municipal, una iglesia, sala de primeros auxilios, destacamento policial y una escuela primaria. Nosotros, nos hospedamos en la casa de Doña Lila, por $40 pesos cada uno. Donde nos duchamos, lavamos la ropa y comimos un rico estofado, a orillas del río. 

Comparte esta entrada

votar

No hay comentarios: