lunes, 20 de mayo de 2013

Ruta 40 en Bicicleta: Liviara - Coyaguayma

El camino se mueve se adelanta,

se atrasa, te lleva para un lado

y te devuelve, te detiene,

te junta, te separa

y te vuelve a juntar… Yiramundi

Después de pasar la noche en Liviara, un pequeño pueblo de solo 63 habitantes, donde dormimos con comodidad, partimos rumbo a Minas Pirquitas, situada en el departamento Rinconada; en el distrito de Coyaguayma, a 355 km de la capital jujeña.

Según Osvaldo, un pueblerino de Liviara, “la carretera después de Minas mejora mucho, por el transito de los camiones que llegan hasta Susques para luego cruzar a Chile por el Paso de Jama.”

Con el frío, como fiel ladero en estas latitudes, empezamos a rodar los primeros 10 km. Nuestro recorrido, se hacía sentir en el relieve de alta montaña, con escasa vegetación, y laderas suaves y escarpadas. El suelo de la RN 40, es rocoso, pedregoso y por momentos, arenoso.

Después de tres horas, pasado el mediodía, llegamos a Minas Pirquitas. El viento, cruzado, se hizo sentir en los últimos kilómetros de pedaleo. Pero no llegamos cansados y sabíamos que al día siguiente, nos esperaba un día duro, de 62 kilómetros.

Por ende, después de un leve descanso, decidimos seguir viaje hasta Coyaguayma, un pequeño poblado a 12 km de distancia. Atrás, íbamos a dejar a una de las localidades más elevadas de la República Argentina con sus 4271 msnm.  

Las localidades de Olaroz Chico con 4544 msnm, y Pairique Chico, con 4633 msnm, (ambas situadas en la Provincia de Jujuy), están a mayor altitud, pero eran consideradas hasta el Censo nacional de 1991 como comunidades rurales dispersas. La mayor localidad argentina es El Aguilar, una pequeña ciudad minera ubicada en la misma provincia, con cerca de 4.900 metros de elevación y tiene 3.655 habitantes (censo de 2001).

Con la intención, de seguir sumando kilómetros, partimos a un desconocido poblado, en donde los oriundos de Pirquitas, no nos pudieron garantizar que haya alojamiento, para poder pasar la noche. Recordamos, que arriba de los 4000 msnm, el frío, a partir de la caída del sol se hace sentir y mucho.

Finalmente, después de una hora y media de pedal, llegamos al destino diario. Donde nos cruzamos con la presencia de Rubén, quién nos habilitó el centro comunal, para poder pasar la noche y resguardarnos del viento y del frío.

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