viernes, 18 de abril de 2008

14 de Abril - Estación Copacabana (Bolivia)

Somos una utopía ANDANTE, 
porque tenemos ideas y ACCION…
Radio Yiramundi

Salimos de La Paz el 14 de abril, ansiosos y alegres por el próximo destino…El Lago Titicaca nos esperaba…Viajamos en una pequeña combi. Éramos más o menos 15 pasajeros y ganábamos los visitantes. Nosotros, ingleses, noruegos. Era evidente que todos íbamos en busca de lo mismo: el lago sagrado.
Viajamos aproximadamente dos horas y media cuando alfil creímos llegar. Todos comenzaron a bajar del vehículo. Estábamos a orillas de lago, de eso no había dudas, pero…No era Copacabana. Nos encontrábamos en el estrello de Triquina. Por allí debíamos cruzar en bote para continuar nuestro camino. Del otro lado no esperaba la camioneta y continuamos viaje.
Llegamos a Copa, a la plaza central. Encontramos pronto un alojamiento conveniente. Una linda habitación con cinco camas iguales, cual orfanato de telenovela. Iba a ser divertido compartir habitación los cinco.
Nos dirigimos de inmediato a la oficina municipal para ver qué cosas nos ofrecía la ciudad. Cerca de nuestro hospedaje, se encontraba un conjunto de rocas incaicas y allí fuimos. Era bastante tarde, casi de noche. Llegamos a un espacio pequeño, con una alambrada alrededor, pero sin pinta de ser un lugar turístico. No había ni cartel, nada indicaba que esas rocas que se divisaban fueran lo que buscábamos. Lo que si encontramos, fue un pequeño hueco en el alambrado por donde nos metimos a chusmear. Y efectivamente ese era el lugar. Un conjunto de piedras talladas que ni siquiera conocemos para qué fueron usadas. Igualmente, nos sentamos, nos sacamos fotos y volvimos al hospedaje contentos de habernos ahorrado 5 bs, que supuestamente costaba esa excursión.
El martes amaneció soleado y nos dispusimos a disfrutar del día. El trío dinámico (Pechu, Gamu y el Cordobés) se dirigieron a una comunidad que quedaba a más o menos 45 minutos de la ciudad donde se encontraba un museo con momias y un parque donde descansaba “El baño del Inca”, una construcción ancestral donde los incas tomaban sus baños (dicen…). La parejita feliz, en cambio, se dirigió al otro lado, a unos 30 minutos caminando, otra comunidad donde se encuentran unas islas flotantes hechas de totora (una especie de paja).
Luego de cada uno de los paseos, nos reencontramos satisfechos en la Plaza del pueblo para intentar vender algo…La tarde terminó con sólo 8 bs. mas en nuestro monedero yiramundi.
Salimos a la nochecita a buscar alimento y allí nos encontramos con Chin, una turista coreana que no casaba uno de español con la cual ya nos habíamos cruzado ya que compartíamos alojamiento. Por supuesto, “Gustavo, el galán Cordobés”, intentó un acercamiento esbozando en un rudimentario ingles: “yu ar e biutiful guil” (traducción al español: eras una chica hermosa). Chin, se refugiaba en la espalda de Celeste, mientras intentábamos explicarle que no era peligroso. Al fin el Cordobés consiguió un beso en la mejilla y una foto…Algo es algo…
Al otro día madrugamos. El bote partía 8.30 del muelle de Copa. Con nuestras mochilas cargadas de provisiones salimos los cinco felices hacia la Isla del Sol. Era un día espléndido!!!
Llegamos y comenzó la caminata por la Isla. El paisaje es maravilloso, imponente. Conocimos la parte Norte: la Piedra sagrada, la Roca Sagrada, la Mesa de Sacrificio y el Laberinto, donde cocinamos un arroz duro y pegoteado, pero que alivió nuestras panzas crujientes.
Marcos y el Cordobés tomaron coraje y de sumergieron en las heladas agual del Lago Sagrado.
Nos esperaban 3 horas más de caminata para llegar a la Parte Sur…Pero, en mitad de camino, decidimos desviar el rumbo, pensando que abajo encontraríamos la casita de Don Tomás (un viejo isleño que ofrece hospedaje a los viajeros). Caminamos montaña abajo por un “sendero” bastante rudimentario. Y llegamos a un puebo…Pero, era el lugar equivocado, así que tuvimos que volver a subir para retomar el camino lo que hizo de la travesía de tres horas pase a ser de siete. Cansados, de noche, con hambre y sed, llegamos a lo de don Tomas. La habitación, alumbrada a vela, sirvió para que nuestros cuerpos reposaran.
Al otro día, disfrutamos del dia caminando lo menos posible, e hicimos tiempo en la isla hasta embarcarnos a las 16 rumbo a Copa.
Una vez en tierra continental, rescatamos a una uruguaya-gallega que estaba perdida. Le aconsejamos alojamiento y la invitamos a comer. Por supuesto, nuestro galán, aproximo el bochín. Cenamos juntos, pero la uruguaya- gallega comió postre típico argentino: Cordobés (No tenemos pruebas fehacientes, pero llegó todos sabemos que fue así)

Hasta la Próxima Estación... Esperanza

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2 comentarios:

Poli dijo...

Que fotos increibles, HERMOSO!!!

Anónimo dijo...

un saludo estoy intentando registrar mi nombre pero la tecnologia me supera . marcos "el negro luna"