No hay dos fuegos iguales.
Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman;
pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear,
y quien se acerca, se enciende.Eduardo Galeano
Cerca de las 23 hs, la estación estaba muda. No se escuchaban los gritos de ¡Potosí! ¡Oruro! ¡La Paz! ¡Santa Cruz! Y nuestro desconcierto fue certero: las carreteras están cortadas. Sin casa y sin rumbo, sin donde ni a dónde, anclamos en la Terminal para esperar el sol.
Todos sobre un extremo, una marea de hombres en efecto domino, como llamando al calor humano para calentar la noche que se hacía fría. Marcos y Celeste fueron en busca de comida y mientras esperaba ojeando unas líneas de Galeano, una familia se acomodó: una caja, una bolsa arpillera, 3 mochilas, 4 frazadas y 10 cubiertas de bicicleta. Ahí nomás hicieron el dormitorio; desparramaron las cubiertas, le pusieron una frazada arriba y se montaron los 3 adentro, tapaditos hasta el fuelle, dormían en armonía. Junto a otros pasajeros sin pasaje, hacemos noche en Cochabamba. Yacemos sobre el suelo de piedra, cara al cielo. En el cielo, que poco se ve, busco sus estrellas. Aquí no están. Quisiera dormir pero nunca se apagan las luces de la Terminal. Aquí la noche es día también.
Somos hijos de los días:
- ¿Qué es una persona en el camino?
- Tiempo
Hemos sido fundados por el tiempo y estamos hechos de tiempo, que de muerte en muerte nace. Y sabemos que el tiempo reina y se burla del dinero que quiere comprarlo… el negro y Cel, duermen abrazados aunque no se tocan. Yo trato de dormir y no puedo. Escribo estas líneas para hacerlas texto.
A las horas, una luz hizo sombra por los ventanales. Cuando el sol asomó y el tiempo se hizo tiempo, unos cuantos invitados roncaban en los rincones.
Hasta la Próxima Estación… Esperanza. Yiramundi.
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