En la soledad, el alma no rima con el ritmo del corazón...
está absorta en vibraciones del vacío.
Radio Yiramundi
Desde Cochabamba encaramos hacia Villa Tunari, con el presagio de encontrar en ese pequeño pueblo varios parques sin desperdicio. Una pareja de Españoles nos recomendaron el lugar y hacia alla partimos.
El viaje previsto de cuatro horas se prolongo a seis, pues un derrumbe nos sorprendio en plena carretera y quedamos varados hasta que las maquinolas despejaron el camino. El calor sofocante y la poca comodidad de la flota hicieron del recorrido algo abrumador. Arribamos al lugar al anochecer y solo nos quedo para compartir una comida y armar las carpas para pasar la noche. Al otro dia teniamos planeado la visita al parque Machia, un lugar donde se puede encontrar monos deambulando por el lugar. Para quienes no tenemos la cotidianidad de mantener contacto con estos animales, esta experiencia es unica. Los monos se acercan, comen de tu mano, hasta se suben a tu cabeza!!!!!!!, impresionante. 
El tiempo en la Villa se nos termino, y nos quedo en el tintero otro parque al que no accedimos por una cuestion economica. La propaganda prometia visitas a cuevas llenas de murcielagos y demas. Para nosotros, con los monos fue suficiente.
Pegamos la vuelta hacia Cochabamba pero como mera escala hacia La Paz. La suerte una vez mas nos jugo en contra... otro derrumbe nos esperaba en la ruta babylon. Nuevamente dos horas de demora. Por eso el sabor de Villa Tunari es algo agridulce, la suerte no estuvo de nuestro lado pero al fin de cuenta la pasamos bien. En conclusión, si está por estos pagos, visite Tunari, y si quiere ir al parque Machia, traiga peine fino o palo santo. Saludos Yiramundi. por la carretera.
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Desde Cochabamba encaramos hacia Villa Tunari, con el presagio de encontrar en ese pequeño pueblo varios parques sin desperdicio. Una pareja de Españoles nos recomendaron el lugar y hacia alla partimos.
El viaje previsto de cuatro horas se prolongo a seis, pues un derrumbe nos sorprendio en plena carretera y quedamos varados hasta que las maquinolas despejaron el camino. El calor sofocante y la poca comodidad de la flota hicieron del recorrido algo abrumador. Arribamos al lugar al anochecer y solo nos quedo para compartir una comida y armar las carpas para pasar la noche. Al otro dia teniamos planeado la visita al parque Machia, un lugar donde se puede encontrar monos deambulando por el lugar. Para quienes no tenemos la cotidianidad de mantener contacto con estos animales, esta experiencia es unica. Los monos se acercan, comen de tu mano, hasta se suben a tu cabeza!!!!!!!, impresionante. 
El tiempo en la Villa se nos termino, y nos quedo en el tintero otro parque al que no accedimos por una cuestion economica. La propaganda prometia visitas a cuevas llenas de murcielagos y demas. Para nosotros, con los monos fue suficiente.
Pegamos la vuelta hacia Cochabamba pero como mera escala hacia La Paz. La suerte una vez mas nos jugo en contra... otro derrumbe nos esperaba en la ruta babylon. Nuevamente dos horas de demora. Por eso el sabor de Villa Tunari es algo agridulce, la suerte no estuvo de nuestro lado pero al fin de cuenta la pasamos bien. En conclusión, si está por estos pagos, visite Tunari, y si quiere ir al parque Machia, traiga peine fino o palo santo. Saludos Yiramundi. por la carretera.
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Hasta la Proxima Estacion... Esperanza.
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