viernes, 1 de agosto de 2008

22 de julio - Estación Copan (Honduras)

"La lengua de la opresion
se vuelve instrumento de la liberación"
Eduardo Galeano

Por los senos de la Pachamama, llamada geográficamente “Cordillera de Las Minas”, flotamos durante 200 Km. Donde el subsuelo del cielo acaricia la tierra y las nubes riegan su piel.
El bus hacia garabatos siguiendo la carretera, entre curvas y contra curvas, mientras, miraba una montaña y quería atravesarla con la mirada, para entrar al otro lado del mundo. Cuando miro para adentro y veo mi infancia, también quisiera atravesar con la mirada esos años idos, para entrar al otro lado del tiempo. Historia viva. Flor que recuerda la memoria de piedra.
A las 2 de la tarde, arribamos al pueblo y nos alojamos en el hospedaje “Marita”, los dos por L/80 la noche. Nos bañamos, comimos y recorrimos el pueblo. Averiguamos el horario del bondi para visitar las ruinas y la lluvia, obligo nuestra estadía en el comedor del hospedaje. Donde “el che” fue motivo de dialogo entre nosotros, nicaragüenses y hondureños que habitaban el lugar.
Muchos conocen la imagen del comandante pero no saben su historia. Ignoran su lucha, su resistencia, su sangre. En fin, ignoran la historia del hombre mas humano de América latina.
Copan, nos ofreció sus ruinas y allí fuimos. Los mayas habían habitado estas tierras hasta que llegaron los conquistadores y aniquilaron a la civilización mas avanzada del mundo, por ese entonces. El 12 de octubre de 1492, había nacido esta realidad que hoy vivimos a escala universal: un orden natural enemigo de la naturaleza y una sociedad humana que llama “humanidad” a la quinta parte de la humanidad.
América se esta convirtiendo en el teatro de nuestras aventuras con carácter mucho mas importante que lo que hubiéramos creído; realmente creemos que estamos comprendiéndola y nos sentimos latinoamericanos con un carácter distintivo de cualquier otro pueblo de la tierra.
Aquí, parece que los ganadores han nacido para ganar, los perdedores han nacido para perder, si el destino esta en lo genes, la riqueza de los ricos es inocente de cinco siglos de saqueo y crímenes, y la pobreza de los pobres no es resultado de la historia, sino una maldición de la biología. Si los ganadores no tienen de que arrepentirse, los perdedores no tienen de que quejarse. Nace el siglo, comienza el milenio, corre el tiempo de más desprecio.
Esperando cruzar la Panamericana, que divide al pueblo, un jefe indio y tres de sus hombres, estaban sin miedo, parados en una esquina. Acariciaba con la llema de sus dedos los collares de varias vueltas de dientes y semillas, y no se dejaban impresionar por las numerosas personas que le pasaban por encima y por debajo, por los costados y por delante y por detrás, personas sobre piernas y sobre ruedas. El jefe le dijo a uno “¿Qué sería de todos estos si nosotros no hiciéramos salir el sol todos los días?”

Hasta la Próxima Estación… Esperanza

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