sábado, 31 de diciembre de 2016
Buenos Vientos...
“No sé si serán los años, pero he bajado el volumen de lo que escucho y
he subido el tono de lo que siento. Me estremece un atardecer, el sorbo de un
buen café, una grata compañía, una bella melodía, el calor de una mirada, el
poder de un beso. No sé si sean los años, pero empiezo a ver la vida tan bella
como realmente es.”
Anónimo
Hijo del amor que soy, camarada
de cada combatiente en el pensamiento, en la poesía y en el arte, en esta
refriega infinita de quienes vivimos siendo fieles a la grandeza universal y a
pesar de la cárcel que atrapa la humanidad entre el mundo real y el mental, seguimos caminando por América Latina.
Sosteniendo la palabra y el puño,
la pluma libertaria y la empatía como armas de construcción y de destrucción de
lo superficial y lo volátil. Entendiendo el paso de la vida como un acto
revolucionario desde el nacimiento hasta nuestros últimos respiros.
Aceptando los daños y los dolores
y aprendiendo de los mismos para fortalecer nuestro Yo interior. Sintiendo la
vida y amando vivir.
Desde Radio Yiramundi, los
abrazamos a la distancia y lo sostenemos en el viento, libre y revolucionario y
en el silencio, que mucho dice y poco calla. Buenas rutas, viajeros.
Solo creo en los amores que ven mas allá de los cuerpos y leen almas.
Solo creo en los amigos que respetan los tiempos.
Solo creo en los humanos que son capaces de verse a si mismos.
Solo creo en mi cuando estoy en calma.
Porque los amores que ven cuerpos, se acaban con los años.
Porque los amigos que no respetan, son solo buitres al acecho.
Porque los humanos que no se ven a si mismos, creen que son siempre los
otros los equivocados.
Y porque cuando yo no estoy en calma, soy todo aquello en lo que no creo.
Alejandra Baldrich
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viernes, 23 de diciembre de 2016
Nuestra Esencia
Es tiempo de volver una mirada a la Sabiduría. Es tiempo
de que volvamos a recordar y una de las mejores formas es escuchar el mensaje
que nos dan nuestras raíces, nuestros ancestros, nuestros pueblos. Somos
indios, somos Sangre indígena, somos humanos, somos animales, somos naturaleza,
somos conciencia, somos América, somos Pachamama, somos Tierra, somos Uno...
Los dejo con el Viejo.
Para aprendermás sobre los indios Hopi en español véase este
interesante sitio:
jueves, 15 de diciembre de 2016
Alma Viajera
Se viaja no para buscar el destino sino para huir de donde
se parte...
Miguel de Unamuno
"Cuando era niño y solo veía
el horizonte, me decían que "¿soñar? sueñan todos los niños". De
adolescente te dicen que "todo sueño concluye" y de adulto que
"la fiebre y lo sueños son para los niños", pero hasta ahora todas
las recetas han fracasado cuando oigo el pitazo del tren o el bus que pasa por
la carretera y se pierde en el horizonte, o el simple rodar de la bicicleta al
viento pues, me provocan el insaciable deseo de partir... En otras palabras
nada ha cambiado en mi vida o para ser mas claro: quien fue vagabundo, lo será
siempre... (Un vagabundo por viajar)
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jueves, 8 de diciembre de 2016
El viaje es una poesía
"Quien posee tu
tiempo posee tu mente; posee tu propio tiempo y conocerás tu propia
mente." José Argüelles (Día Fuera de Tiempo)
Los mejores momentos
de la vida me llenaron de miedo:
Agarrar un mapa,
armar la mochila,
abrir la mente,
perderme en la ruta,
quedarme en casa de
desconocidos,
hacerle caso al
corazón,
abrazar un árbol,
dormir en la guardia
de un Hospital,
despertar en la
frontera,
navegar en una panga,
desafiar la cordura,
sentir el arte
y expresar mi cuerpo,
rodar por la montaña,
enfrentarme a la
altura,
crear lo que creo,
soñar lo que quiero,
querer lo que tengo,
escribir lo que
siento...
Y estoy seguro:
¡del otro lado de los
miedos, está la vida!
PH: Santa Clara, Cuba
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jueves, 17 de noviembre de 2016
Te deseo - Víctor Hugo
Víctor Hugo: (Besanzón, 26 de febrero de 1802 – París, 22 de mayo
de 1885). Su vida estuvo unida a la necesidad y la disciplina de escribir,
actividad que se imponía, y de la cual salieron poemas, novelas, obras
teatrales y una extensísima obra epistolar.
Te deseo primero que
ames,
y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es,
sepas ser sin desesperar.
Te deseo también que tengas amigos,
y que, incluso malos e inconsecuentes
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar.
Y porque la vida es así,
te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que, algunas veces, te cuestiones
tus propias certezas. Y que entre ellos,
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro
Te deseo además que seas útil,
más no insustituible.
Y que en los momentos malos,
cuando no quede más nada,
esa utilidad sea suficiente
para mantenerte en pie.
Igualmente, te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que
se equivocan mucho e irremediablemente,
y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.
Te deseo que siendo joven no
madures demasiado de prisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer
y su dolor y es necesario dejar
que fluyan entre nosotros.
y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es,
sepas ser sin desesperar.
Te deseo también que tengas amigos,
y que, incluso malos e inconsecuentes
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar.
Y porque la vida es así,
te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que, algunas veces, te cuestiones
tus propias certezas. Y que entre ellos,
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro
Te deseo además que seas útil,
más no insustituible.
Y que en los momentos malos,
cuando no quede más nada,
esa utilidad sea suficiente
para mantenerte en pie.
Igualmente, te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que
se equivocan mucho e irremediablemente,
y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.
Te deseo que siendo joven no
madures demasiado de prisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer
y su dolor y es necesario dejar
que fluyan entre nosotros.
Te deseo de paso que
seas triste.
No todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras
que la risa diaria es buena, que la risa
habitual es sosa y la risa constante es malsana.
Te deseo que descubras,
con urgencia máxima, por encima
y a pesar de todo, que existen,
y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.
Te deseo que acaricies un gato,
alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero
erguir triunfante su canto matinal,
porque de esta manera,
te sentirás bien por nada.
Deseo también que plantes una semilla,
por más minúscula que sea, y la
acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuántas vidas
está hecho un árbol.
Te deseo, además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico,
Y que por lo menos una vez
por año pongas algo de ese
sólo para que quede claro
quién es el dueño de quién.
Te deseo también que ninguno
de tus defectos muera, pero que si
muere alguno, puedas llorar
sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.
Te deseo por fin que, siendo hombre,
tengas una buena mujer, y que siendo
mujer, tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente, y que cuando
estén exhaustos y sonrientes,
hablen sobre amor para recomenzar.
Si todas estas cosas llegaran a pasar,
no tengo más nada que desearte.
No todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras
que la risa diaria es buena, que la risa
habitual es sosa y la risa constante es malsana.
Te deseo que descubras,
con urgencia máxima, por encima
y a pesar de todo, que existen,
y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.
Te deseo que acaricies un gato,
alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero
erguir triunfante su canto matinal,
porque de esta manera,
te sentirás bien por nada.
Deseo también que plantes una semilla,
por más minúscula que sea, y la
acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuántas vidas
está hecho un árbol.
Te deseo, además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico,
Y que por lo menos una vez
por año pongas algo de ese
sólo para que quede claro
quién es el dueño de quién.
Te deseo también que ninguno
de tus defectos muera, pero que si
muere alguno, puedas llorar
sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.
Te deseo por fin que, siendo hombre,
tengas una buena mujer, y que siendo
mujer, tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente, y que cuando
estén exhaustos y sonrientes,
hablen sobre amor para recomenzar.
Si todas estas cosas llegaran a pasar,
no tengo más nada que desearte.
miércoles, 9 de noviembre de 2016
Estación Valle Luracatao
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sábado, 5 de noviembre de 2016
Estación Seclantás
“La verdad lleva
muchas máscaras
para enseñarnos a no
confundir
las apariencias con la
realidad”
Kenneth Meadows
Insisto, los mapas tienen la función de
ayudarnos pero no describen lo que podemos encontrar ni nos preparan
completamente para ello.
Al despertar, el mapa reflejaba otra mirada de
la realidad vivida la noche anterior pues, el sol alumbrando y calentando nuestros
pasos, le dio un significado alentador al desencanto del viaje.
Entendí, caminando en grupo hacia el río que sólo
significaba que hacvemos que las cos tengan sentido para nosotros de una manera
determinada y que esta manera puede variar.
Y así, fue el día de acampe en el municipal de
Seclantás: risas, compromiso con el otro, guitarreadas, juegos y comunión.
Con Martín, nos tomamos nuestro tiempo para
reflexionar y conversar de lo sucedido y justamente, poder sacar nuestras
conclusiones de los actos sentidos de la jornada previa a la intervención en
las escuelas.
La noche, ya con la mirada puesta hacia las
comunidades y al porvenir, se cerró tirados en un campo de juego, observando al
telón de estrellas y sintiendo la alegría, de estar vivos.
Próxima Estación, Luracatao
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jueves, 3 de noviembre de 2016
Estación viaje a Seclantás
Que tus oídos
escuchen la música,
Que tus
ojos lean las notas,
Que vibres
la energía del ser…
El viaje, se hizo soportable a pesar de la
cantidad de horas, junto a Martín y Andrea, compartimos los asientos junto a lo
estudiantes, mientras que los directivos y demás docentes, iban en la parte
inferior del bus.
En esa relación, se manifestó el primer sentido
del viaje, justamente en la relación con personas desconocidas hasta ese
momento y con las cuales íbamos a transitar gran parte de los siguientes días.
De esta manera, llegamos a Salta capital,
pasadas las 17 horas y embarcamos en camiones y combis hacia el Valle de
Seclantás.
El camino, en esta oportunidad, hizo tambalear
la humanidad de gran parte del grupo: las curvas y contra curvas de montaña,
hicieron su efecto.
Pues, el mapa, en esta ocasión, que está para
ayudar y no para limitar, nos ahogó en nuestras propias angustias, mentales y
corporales. Los mapas, justamente, son parte del todo y pueden no tener en
consideración ciertos puntos significativos en el viaje.
Por ejemplo, no nos señalará si una superficie
es lisa o con baches, si hay un límite de velocidad o peligros especiales y
sobre todo, un mapa no nos señala las emociones y vibraciones que vamos a
percibir en el transcurso de la carretera.
Así, finalmente, llegamos cerca de las 22 horas
al camping municipal de Seclantás y cuando la armonía iba a restablecerse en el
grupo, se vivenció un torbellino de inquietudes e incertidumbres: una
compañera, que padeció el viaje casi desde el inicio, temblaba acostada en una
mesa y el egoísmo general fluyó en el aire por las habitaciones disponibles. ¿La
miseria? es culpa de los hombres miserables.
Nadie, en ese momento, se ocupó de la
estudiante y todos (me incluyo) se olvidó del otro. Es cierto, en nuestro
grupo, percibimos lo acontecido, pero no tuvimos la fuerza necesaria para
remediarlo o para cambiar el destino de la joven. Todo, en esos momentos, fue
un caos.
Próxima Estación, Seclantás
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lunes, 31 de octubre de 2016
Estación Pedagogos
“Ver un
mundo en un grano de arena
y un cielo
en una flor silvestre,
atrapar lo
infinito en la palma de la mano
y la
eternidad en una hora”
William
Blake
Cuando viajamos a territorio desconocido,
necesitamos un mapa para no extraviarnos, para que nuestra posición tenga
sentido y poder decidir la ruta que vamos a tomar, pero este viaje, en
particular, es multidimensional y no hay mapa que lo refleje.
Creo que podemos encontrar un marco que nos
permita desplazarnos, hacia adentro o hacia afuera y que nos oriente cuando
dejamos el mundo de lo cotidiano.
Éste mundo, lo dejé junto a Martín, el viernes
a las 15.30 horas, cuando el bus nos levantó en la rotonda de Santa Teresita.
Vale recordar, que a veces “el mapa no es el país”
y que ningún mapa es infalible, ni siquiera “correcto” en un sentido eterno o
doctrinario.
Nosotros, sabíamos que el destino era Salta
capital, para luego seguir viaje hasta el Valle de Seclantás pero también sentíamos
que el alma, no tiene mapas ni fronteras.
Próxima Estación,
Seclantás.
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miércoles, 24 de agosto de 2016
Estación Cafayate
Hay que luchar por cada bocanada de aire
y enviar la muerte al carajo...
(Nunca, olviden de amar)
La pequeña ciudad por la ruta 40 casi pegada a
Tucumán o dónde metros adentro comienza la provincia de Salta, era nuestro
destino, desde que salimos de Santa Teresita hace unas semanas.
Y pasada la media tarde, hicimos pié en tierra
cafayateña y fuimos en busca del abrazo hermano. Marcos y Celeste (y Atahualpa),
nos estaban esperando para el reencuentro. Algunos meses, habían pasado de
nuestro último pechugón y ahorita se daba con la panzota de la flaca y otra
vida, por venir a este mundo loco pero brotado, en algunas ocasiones, de amor.
Así, durante una semana, fuimos caminando,
conociendo, interpretando, la nueva vida de mi hermano y de su futura familia.
Por las callecitas norteñas, en donde el rodar de su bicicleta interminable, lo
lleva y lo alcanza al trabajo. Allí, en donde al aire cálido matutino, hace
temblar los cimientos de cualquier estructura sólida y que por las noches, enfría
hasta la piedra más sagrada del valle.
Y entre vinos, risas, fuego y amistades, nos
regocijamos de la energía de la vida y pateamos la malaria abusiva del gobierno
de turno, de la policía corrupta que nos “controla” a cada paso para sacarnos
una tarasca de nuestro bolsillo y de la malaria enfermiza de los medios de
desinformación, que te oprimen diariamente para que te quedes sentado en el sofá
de tu casa, mirando todo mientras ellos eligen como vivir.
Claro, quedaba el regreso y cuantiosas horas de
carretera, pero antes de semejante empresa, nos propusimos viajar por la
Quebrada de las Conchas y pisar suelo capitalino. Salta, fue la recepción
previa a tanto viaje. Pero esa, es otra historia, más artificial y conocida de
cualquier metrópolis del país y no vale la pena desarrollarla.
Nos volveremos a encontrar, en otro viaje, en otra
historia, de esta hermosa América que es apabullada por los nuevos gobiernos
neoliberales.
La Mirada… Si no aprendemos a mirar el
mirarse del otro, ¿qué sentido tiene nuestra mirada, nuestras preguntas?
¿Quién eres?
¿Cuál es tu historia?
¿Dónde tus dolores?
¿Cuándo tus esperanzas?
Pero no sólo importa qué o a quién se mira. También, y sobre todo, importa
desde dónde se mira. Y elegir a dónde mirar es también
elegir desde dónde. Y para el mirar nuestro, las respuestas nunca son sencillas.
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domingo, 14 de agosto de 2016
Estación Valles Calchaquíes
“Quisiera ser como el
pájaro que al despuntar la mañana,
despierta y le canta
al mundo el canto de una esperanza”
José Larralde
Sintiendo. Amando. Respirando. Así
caminos por los Valles Calchaquíes. Sumergidos en una atmósfera de cosmovisión
constante en donde la vida se asemeja a la irrealidad presente.
Donde el pasado vive en cada
piedra, en la hiedra, en el viento y en el agua. De Tucumán hasta Salta,
pasando por El Mollar, Tafí del Valle, Amaicha y Cafayate, fuimos absorbiendo
los secretos de la Madre Tierra y la enseñanza de los pueblo originarios.
Gratitud, es lo único que nos
resta manifestar…
¿Qué será lo que busca?
Si al mirar al cielo, los ojos siguen
los rayos de luz que emite el sol o
los viajes que indican las estrellas o
los caminos que alumbra la luna…
Si los oídos interpretan
los secretos que guarda el bosque o
los mensajes de guerra y paz
que navegan por los ríos.
Si admiramos la libertad
en el vuelo del pájaro,
o lo bello del mundo
en la simpleza de una flor.
Si escuchamos a los niños que lloran
implorando amor,
y a los viejos que gritan
pidiendo comprensión.
Si el amor es simplemente un sentimiento,
si los interrogantes del mundo
carecen de respuesta.
Si la necedad del hombre no tiene arreglo.
¿Qué será lo que busca el alma?
Florencia Paula Lahitte
Próxima Estación, Cafayate
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miércoles, 10 de agosto de 2016
El Viaje - Gabriel Gárcia Márquez
Viajar es marcharse de casa,
es
dejar los amigos
es intentar volar
volar conociendo otras
ramas
recorriendo caminos
es intentar cambiar.
Viajar es vestirse de loco
es decir
“no me importa”
es querer regresar.
Regresar valorando lo
poco
saboreando una copa,
es desear empezar.
Viajar es sentirse poeta,
es
escribir una carta,
es querer abrazar.
Abrazar al
llegar a una puerta
añorando la calma
es dejarse besar.
Viajar es volverse mundano
es
conocer otra gente
es volver a empezar.
Empezar
extendiendo la mano,
aprendiendo del fuerte,
es sentir
soledad.
Viajar es marcharse de casa,
es
vestirse de loco
diciendo todo y nada con una postal,
Es dormir
en otra cama,
sentir que el tiempo es corto,
viajar es
regresar.
Gabriel Gárcia Márquez
domingo, 7 de agosto de 2016
Estación Tucumán
Viajamos de Córdoba a Tucumán con el objetivo
de pasar la noche en la carretera y desayunar en el “Jardín de la República”.
El viaje, por cierto, fue placentero. La noche, alumbrada por una luna
creciente, por momentos, fue la única testigo de nuestro andar.
Un control policial y las periódicas paradas en la carga de combustible, fueron las únicas pausas que intercedieron el avance del golcito.
Con la luz del día, pisamos la ciudad capital y
fuimos en búsqueda del hospedaje. Rebotando en 3 oportunidades, encontramos un
hostel en la calle Congreso, a metros de la “Casa de Tucumán”.
Allí, descansamos dos noches. Y fuimos a
recorrer la ciudad y obviamente, la mencionada “Casa de la Independencia”. Y ahí,
en el Jardín de la República, contemplamos y sentimos la historia que no fue y
que quiso ser.
Donde los “patriotas” de aquel entonces,
firmaron la declaración en 1816, en un manifiesto reluciente y liberador que en
la práctica, nada fue resuelto.
También, ir a la plaza de la independencia,
donde están los cimientos de la Casa de Gobierno y los frutos de naranjo, que
el actual Presidente, mandó a sacar “por precaución hacia su figura
presidencial”.
Acta de la declaración de la independencia argentina -
9 de julio de 1816
En la benemérita y muy digna
ciudad de San Miguel de Tucumán a nueve días del mes de julio de mil
ochocientos diez y seis, terminada la sesión ordinaria, el Congreso de la
Provincias Unidas continuó sus anteriores discusiones sobre el grande, augusto,
y sagrado objeto de la independencia de los pueblos que lo forman. Era
universal, constante y decidido el clamor del territorio entero por su
emancipación solemne del poder despótico de los reyes de España. Los
representantes, sin embargo, consagraron a tan arduo asunto toda la profundidad
de sus talentos, la rectitud de sus intenciones e interés que demanda la
sanción de la suerte suya, la de los pueblos representados y la de toda la
posteridad. A su término fueron preguntados si querían que las provincias de la
Unión fuesen una nación libre e independiente de los reyes de España y su
metrópoli. Aclamaron primero, llenos del santo ardor de la justicia, y uno a
uno reiteraron sucesivamente su unánime voto por la independencia del país,
fijando en su virtud la determinación siguiente:
“Nos los representantes de las
Provincias Unidas en Sud América, reunidos en Congreso General, invocando al
Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los pueblos
que representamos, protestando al cielo, a las naciones y hombres todos del
globo la justicia, que regla nuestros votos, declaramos solemnemente a la faz
de la tierra que, es voluntad unánime e indudable de estas provincias romper
los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los
derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación
libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli.
Quedan
en consecuencia de hecho y de derecho con amplio y pleno poder para darse las
formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales
circunstancias. Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y
ratifican, comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta
su voluntad, bajo el seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama.
Comuníquese a quienes corresponda para su publicación, y en obsequio del
respeto que se debe a la naciones, detállense en un manifiesto los gravísimos
fundamentos impulsivos de esta solemne declaración.”
”Dada en la sala de sesiones,
firmada de nuestra mano, sellada con el sello del congreso y refrendada por
nuestros diputados secretarios. – Francisco Narciso de Laprida, presidente.
–Mariano Boedo, vice-presidente, diputado por Salta. –Dr. Antonio Sáenz,
diputado por Buenos Aires. – Dr. José Darregueyra, diputado por Buenos Aires. –
Dr. Fray Cayetano José Rodríguez, diputado por Buenos Aires. – Dr. Pedro
Medrano, diputado por Buenos Aires. – Dr. Manuel Antonio Acevedo, diputado por
Catamarca. – Dr. José Ignacio de Gorriti, diputado por Salta. – Dr. José Andrés
Pacheco Melo, diputado por Chichas. – Dr. Teodoro Sánchez de Bustamante,
diputado por la ciudad y territorio de Jujuy. – Eduardo Pérez Bulnes, diputado
por Córdoba. – Tomás Godoy Cruz, diputado por Mendoza. – Dr. Pedro Miguel
Aráoz, diputado por la capital del Tucumán. – Dr. Esteban Agustín Gazcón,
diputado por Buenos Aires. – Pedro Francisco de Uriarte, diputado por Santiago
del Estero. – Pedro León Gallo, diputado por Santiago del Estero. – Pedro
Ignacio Ribera, diputado de Mizque. – Dr. Mariano Sánchez de Loria, diputado
por Charcas. – Dr. José Severo Malabia, diputado por Charcas. – Dr. Pedro
Ignacio de Castro Barros, diputado por La Rioja. – L. Jerónimo Salguero de
Cabrera, diputado por Córdoba. – Dr. José Colombres, diputado por Catamarca. –
Dr. José Ignacio Thames, diputado por Tucumán. – Fr. Justo Sta. María de Oro,
diputado por San Juan. – José Antonio Cabrera, diputado por Córdoba. – Dr. Juan
Agustín Maza, diputado por Mendoza. – Tomás Manuel de Anchorena, diputado de
Buenos Aires. – José Mariano Serrano, diputado por Charcas, Secretario. – Juan
José Paso, diputado por Buenos Aires, Secretario”.
Fuente: http://www.elhistoriador.com.ar
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miércoles, 3 de agosto de 2016
Estación La Falda (siete cascadas)
Los seres de las cascadas
El agua de las cascadas es un
agua repleta de energía por el batir de sus moléculas. Es el agua más
oxigenada. Si proviene de lugar impoluto, el agua más sagrada. Filtrada de
vertiente o de lluvias. Si es de vertiente, energía en ascensión. Si es de
lluvia, energía en descenso. Ambas potencian a diferentes seres.
Los pequeños de las cascadas: No se sabe de dónde se generaron, tal vez de la fusión de almas de duendes y de hadas, mojados por aguas de cascadas en ascensión.
Estos pequeñines con forma
humanoide, poseen membranas entre sus dedos. Ojos muy grandes con una membrana
transparente sobre ellos que abre y cierra, y, sobre ella, párpados. De cuerpos
translúcidos y cráneos opacos. Su desemejanza con las hadas son las alas, que
poseen alas más parecidas a plumas. Estos seres poseen alas membranosas,
parecidas a las de los murciélagos, aerodinámicas debajo del agua, más largas
que las de las hadas, pero plegadas en la espalda la mayor parte del tiempo. La
manera de desplegarlas es llenándolas con agua, ya que están hechas de venas y
membranas. Se cierran con unas válvulas cuando no las necesitan. Son muy
estéticos. Piernas más cortas, en proporción, que los humanos. La cara es oval,
con la frente en punta (como una gotita al caer). Poseen una barba larga, bien
larga, como saliendo de la perita. Los ojos son como media esferas, saltones y
celestes. Cuando están entrando en estado pronto a fallecer se les tornan rosa.
El promedio de vida es de un año.
Se destacan por su jolgorio. Viven
alegremente. Se alimentan de musgos y mini crustáceos. Tienen su propio
lenguaje que, si en la frecuencia humana se oyese, sería como silbiditos.
Debido a su elasticidad son prácticamente inmunes a los golpes. Están adaptados
para moverse a gran velocidad en el agua. Su mayor diversión es dejarse llevar
por las caídas de agua, y chillan, simulando que tienen miedo. En realidad es
jolgorio puro. Otra de las actividades que los divierte es tomar de las patas a
insectos que flotan en la superficie del agua, en su afán de escapar los llevan
como si fuesen esquíes. Una secreción que poseen en su piel impide que queden
adheridos a rocas secas y telarañas.
Su mayor enemigo es la trucha,
que de vez en cuando devora algún adulto. Eso sucede porque van perdiendo su
capacidad de mimetización en edad cercana a dejar su existencia. Otro enemigo
con el cual no bromean es la libélula. No la voladora, sino la larval que está
bajo el agua. Pero las pueden detectar muy bien y no se les acercan.
Su olfato y gusto tienen desarrollo
óptimo, eso los mueve a afincarse en aguas puras. Hay también elementales de
aguas podridas que son similares a ellos, también en su actuar, pero de color
negro o marrón y más voraces. Las larvas de libélula son el alimento de estos
últimos.
Los seres de la cascada
transparente aman a los renacuajos. Los utilizan como caballos en el agua, se
llevan bien. Pero cuando los renacuajos se transforman en ranas o sapos los
desconocen y allí corren peligro.
Casi siempre, cuando se los puede
ver, se los confunde con camaroncitos blancos. Es una de las propiedades que
poseen de mimetización. También la transparencia. Detestan a la gente que grita
y que es sucia. Si una persona orina en el agua, ellos se marchan. Y cuando
dejaron de estar en un lugar, ya nunca regresan allí.
Si uno se concentra en la
cascada, en estado de pureza de alma y de paz, quizás los pudiese ver mezclados
con las gotas que rebotan en las piedras....
Pensamiento, Alma, Alegría y
Energía.
Mirta Liliana Koch
Próxima Estación, Tucumán
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domingo, 31 de julio de 2016
Estación Córdoba
“Muchas veces se ha dicho que la vida es un sueño,
y no puedo desechar de mí esta idea.”
Goethe
Salimos de Santa Teresita en auto, por primera
vez, los viajes Yiramundi en un móvil propio para ir transitando los espacios
de este hermoso país a medida de
nuestras consideraciones, sin ticket y sin horarios.
Y así fue que viajamos por la noche rumbo a
Tanti, a encontrarnos con Martín, en donde nos hospedamos durante tres noche en
su humilde hogar. La Rusa, descansó en una cama, mientras que con Jeremías,
armamos la carpa en la galería de la morada, para resguardarnos de la helada,
que se hacía notar y sentir en las sierras cordobesas.
Córdoba, por las mañanas, nos acarició el alma
con sus ríos y arroyos, junto al sol, que iluminó nuestros pasos en nuestra
breve estadía y por las noches, nos maltrató con su frío que helaba hasta los
huesos.
En tanto, nos conectamos con la Mama Pacha en
todo su esplendor, descansando en sus piedras y gozando de la compañía de
sabrosas comidas y ricos vinos.
En fin, nuestra estadía en el corazón del país,
fue un aprendizaje constante de valoración de lo que se tiene y de lo que uno
exige, sin ver al otro en la lucha constante de vivir en un imperio de caridad
en donde solo hay almas mezquinas.
Pues, sufrimos el abate de la policía caminera
al ingreso de Carlos Paz y a su vez, la ayuda mecánica de un humilde hombre ante
un pequeño inconveniente en el auto. Entonces, podremos desactivar la bomba en
la ciudad y observar como se paran los vertiginosos egoístas de un lado y los
solidarios del otro, en un mundo manejado por el capital y el egocentrismo, aún
quedan vísperas de que otro mundo es posible.
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jueves, 28 de julio de 2016
Estación NOA
¿Hasta cuándo vamos a seguir creyendo
que la felicidad no es
más que uno de los juegos de la ilusión?
Julio Cortázar
Viajar, es la esencia del ser humano, nómadas y aventureros, desde África al Mundo. Caminando y formando asentamientos, para seguir caminando y descubriendo. Hoy, en el siglo XXI, pensamos que seguir ese camino, forjado por los primeros humanos, es vivir.
Aunque es difícil juntar todas las piezas del
misterio, el rompecabezas del Globo se sumerge a la imaginación de ensamblar
todo lo que nos rodea es formar un idioma nuevo y ver-sentir los encantos del
Mundo.
Y en ese encanto, vamos danzando bajo la luz de
la luna y el calor del sol, camino a las sierras y a los cerros. Porque en este
tránsito rutero, el centro y norte del país, fueron los puntos cardinales
elegidos para disentir sobre la rutina y la libertad explícita y concreta:
¿Por que somos ambigüedades caminantes y
contrastes encarcelados? ¿O será, que deseamos lo que no tenemos en el presente
y vamos por el futuro transformado? ¿Somos individuos únicos o parte de una
sociedad que machaca y castiga? Planteándonos hipótesis de existencia
¿Avanzamos o retrocedemos?
En fin, como si la especie velara en el
individuo para no dejarlo avanzar demasiado por el camino de la tolerancia, la
duda inteligente, el vaivén sentimental. En un punto dado nacía el callo, la
esclerosis, la definición: o negro o blanco, radical o peronista, homosexual o
heterosexual, figurativo o abstracto, Boca Juniors o Riber Plate, carne o
verduras, los negocios o la poesía… y así, sucesivamente.
En eso andamos, viajando, conversando,
filosofando y aprendiendo. En eso estamos, sintiendo y razonando. Viajando
pues, para aprehender a aprender.
Próxima Estación Cabalango…
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miércoles, 22 de junio de 2016
Fragmento de 10.6 segundos
Abrir el tupper y encontrarme en
el Mundial ´86. Pues, tengo la honestidad de recordarlo, toda la vida y el
deber de la memoria. A Maradona, le debo lo dos goles a Inglaterra y jamás lo
voy a juzgar con lo que hace con su vida pero si le voy a agradecer lo que hizo
con la mía…
“Antes de tocar por última vez el
balón con su pie izquierdo, a las trece horas, doce minutos y treinta segundos
del mediodía mexicano, el jugador argentino ve que ha dejado atrás a Peter
Shilton; ve que Jorge Valdano arrastra la marca de Terry Fenwick; ve que Peter
Raid, Peter Beardsley y Glenn Hoddle han quedado en el camino; ve a Terry
Butcher que se arroja a sus pies con los botines de punta; ve a Jorge
Burruchaga que frena su carrera con resignación; ve a Héctor Enrique, todavía
clavado en la mitad del campo, que cierra el puño de la mano derecha; ve a su
entrenador que salta del banquillo como expulsado por un resorte y al otro
entrenador, el rival, que baja la mirada para no ver el final del avance; ve a
un hombre pelirrojo con una pipa humeante en la primera bandeja de las gradas;
ve la línea de cal de la portería contraria y recuerda el rostro del empleado
que, durante el entretiempo, la repasó con un rodillo; ve nítidamente a su
hermano el Turco que, con siete años, le echa en cara un error que cometió en
Wembley en un jugada parecida, ve los labios sucios de dulce de leche de su
hermano cuando dice:
“La próxima vez no le pegues
cruzado, boludito, mejor amagále al arquero y seguí por la derecha»”.
Ve el rostro de su hermano con la
luz de la cocina donde ocurrió la escena, ve la picardía con que lo miraba; ve,
detrás del arco, un cartel que dice Seiko en letras blancas sobre fondo rojo;
ve las uñas pintadas de verde de su primera novia, el día que la conoció, y ve
a esa misma chica, ya mujer, amamantando a una niña; ve una pelota desinflada y
se ve a él mismo, con nueve años, que intenta dominarla; ve a su madre y a su
padre que arrastran, con esfuerzo, un enorme bidón de kerosén por una calle de
tierra en la que ha llovido; ve una taquilla, en un vestuario de La Paternal,
que lleva su nombre y su apellido en letras flamantes, ve su orgullo
adolescente al leer por primera vez su nombre y su apellido en la taquilla; ve
un estadio, sus tablones de madera, y ve también que un día el estadio entero,
y no solo la taquilla, llevará su nombre.
El jugador argentino ha controlado el aire de sus pulmones durante nueve segundos, y ahora está a punto de soltar todo el aire de un soplido.
El jugador argentino ha controlado el aire de sus pulmones durante nueve segundos, y ahora está a punto de soltar todo el aire de un soplido.
Al revés que todos los rivales y
compañeros que ha dejado atrás, él puede respirar con su pierna izquierda, y
también puede intuir el futuro mientras avanza con el balón en los pies.
Ve, antes de tiempo, que Shilton
se arrojará a la derecha; ve la intención segadora de Terry Butcher a sus
espaldas, se ve a él mismo, muchos años más tarde, con un nieto en los brazos,
visitando la entrada del Estadio Azteca donde se levanta una estatua de bronce
sin nombre: solo un jugador joven con el pecho inflado, un balón en los pies y
una fecha grabada en la base: 22 de junio de 1986; ve una rave en Londres donde
dos chicos de quince años escapan de una multitud que se burla; ve un
departamento en penumbras donde solo hay una mesa, dos amigos y un espejo sobre
la mesa; ve a una muchacha en una playa del trópico que se deja besar por un
chico que lleva puesta una camiseta argentina; ve un enjambre de periodistas y
fotógrafos a la salida de todos los aeropuertos, de todas las terminales, de
todos los estadios y de todos los centros comerciales del mundo; ve a un niño
embobado con un videojuego en la ciudad de Leicester, mientras su hermano
vigila por la ventana que no aparezca el padre; ve el cadáver de un hombre
viejo que ha muerto en Ginebra ocho días antes de ese mediodía, un hombre que
también ha visto todas las cosas del mundo en un único instante.
Ve Fiorito de día; ve Nápoles de tarde; ve Barcelona de noche.
Ve Fiorito de día; ve Nápoles de tarde; ve Barcelona de noche.
Ve el estadio de Boca a reventar
y él está en el medio del campo pero no lleva un balón en los pies, sino un
micrófono en la mano; ve a un anciano en el aeropuerto de Cartago, que espera a
su hijo en el último vuelo desde México, para abrazarlo y consolarlo; ve un
tobillo inflamado; ve a una enfermera de la Cruz Roja, regordeta y sonriente;
ve todos los goles que ha hecho y los que hará; ve todos los goles que ha
gritado y los que gritará en su vida entera; se ve, con cincuenta y tres años,
mirando desde el palco la final del mundo en el estadio Maracaná; ve el día que
verá a su madre por última vez; ve la noche en que verá por última vez a su
padre; ve crecer a todos los hijos de sus hijos; ve los dolores de parto de una
mujer que está a punto de parir un niño zurdo en Rosario, un año y dos días más
tarde de ese mediodía mexicano; ve un espacio mínimo, imposible, entre el poste
derecho y el botín de Terry Butcher.
Cierra los ojos. Se deja caer
hacia adelante, con el cuerpo inclinado, y se hace silencio en todo el mundo.
El jugador sabe que ha dado
cuarenta y cuatro pasos y doce toques, todos con la zurda. Sabe que la jugada
durará diez segundos y seis décimas. Entonces piensa que ya es hora de
explicarle a todos quién es él, quién ha sido y quién será hasta el final de
los tiempos.”
* Por Hernán Casciari
* Relato publicado en la revista
Orsai.
* Este post, explica porque en cada viaje llevo la casaca 10 del “Pelusa”.
Lee el post: Estadio Azteca
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miércoles, 8 de junio de 2016
La gente que me gusta...
Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.
Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme.
La gente que tiene tacto.
Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.
A estos los llamo mis amigos.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor.
Me gusta la gente que con su energía, contagia.
Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
La gente que lucha contra adversidades.
Me gusta la gente que busca soluciones.
Me gusta la gente que tiene personalidad.
Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.
La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.
Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.
MARIO BENEDETTI
miércoles, 1 de junio de 2016
Pedalear en la Altura
En la web pedaleando ruta 40 redactaron un informe sobre los cuidados que hay que tener en cuenta a la hora de encarar un viaje por las montañas.
Nosotros, sufrimos varios síntomas de los que se reflejan en el artículo, que dejaremos a continuación para que los biciviajeros se hagan carne de estas palabras...
Buenos vientos...
Nota:click
lunes, 23 de mayo de 2016
Córdoba en Bicicleta: Regreso a San Marcos
Lo mejor de los viajes
es lo de antes y lo de después.
Maurice Maeterlinck.
Depende de que lado se lo
analice, un viaje empieza y termina y vuelve a empezar. Por que el regreso a un
lugar, no quiere decir, explícitamente, que uno haya terminado o llegado.
Pues, citando al maestro Eduardo
Galeano, recordar, del latín re-cordis,
es volver a pasar por el corazón. Y los viajes, pasan una y mil veces por el
corazón y la mente, luego del destino marcado en el mapa.
Y en esta disyuntiva, regresar a
San Marcos, no fue más que acordar el
acto con las palabras, que también viene del latín: a (proximidad) y cordis
(corazón). Es decir “unir los corazones”.
Y así, pedaleé por la Ruta 28
hasta el cruce con la Ruta 38, que me iba a depositar en los aposentos de San
Marcos, una vez que gire los 119 kilómetros de distancia, entre un punto y el
otro.
Ahora que lo escribo percibo la
poca distancia trazada en el mapa, cuando el googlemaps te marca el tiempo en automóvil: 1 hora y 34 minutos. Y
sabiendo que en bicicleta, en este recorrido, dejé el alma y el cuerpo para
llegar a destino.
Las ondulaciones, el viento
cruzado (en contra de mi humanidad), el cansancio y el dolor persistente en la
rodilla derecha, fueron mis demonios a vencer en aquella nublada tarde
cordobesa.
Convencimiento y fortaleza
mental, fueron los argumentos para seguir en cada pedaleada y sobrellevar el
espíritu de un guerrero. Pues, en estas circunstancias, uno mismo es el factor
de energía.
Nadie, hará por uno el esfuerzo
que se necesita para sobrellevar ese camino. Así es y así se disfrutan los
viajes en bicicleta. Todo se simplifica a uno mismo: pedalear, descansar,
alimentarse, hidratarse. Así, cíclicamente a lo largo del recorrido.
¿Y que nos queda? ¿Qué recordamos?
¿Fotos? ¿Paisajes? ¿Qué hay al fin de este viaje? Pues, viajar en el llano, ser
un transeúnte más, respirar las calles, sentir los aromas, vivir con los
colores, hablar con la gente y compartir un mate en una esquina, lo guardaré en
mis recuerdos.
Así, son mis viajes. Así, me
gusta vivir. Actualizándome. Nutrirme del otro. Ser parte del Todo. Hasta el
infinito y mucha más carretera.
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martes, 17 de mayo de 2016
Mi libertad no huele a shopping
Lleva sólo aquello que
puedas cargar contigo,
para no tener que ir
perdiendo cosas por el camino.
Lleva sólo aquello que
puedas cargar contigo,
pero por encima de todas
las cosas,
nunca te olvides de ti
mismo.
- Arnau de Tera -
jueves, 12 de mayo de 2016
Córdoba en Bicicleta: Cabalango
“La aventura es un camino. La aventura real – autodeterminada,
automotivada y a menudo riesgosa- te fuerza a tener encuentros en carne propia
con el mundo. El mundo tal como es, no como te lo imaginas. Tu cuerpo va a
chocar con la tierra y tú serás testigo de eso. De esta manera te verás
obligado a lidiar con la bondad ilimitada y la crueldad insondable de la
humanidad –y quizás te darás cuenta que tú mismo eres capaz de ambas. Esto te
cambiará. Nada será blanco y negro nuevamente”. Mark Jenkins
Era momento de partir. Después de
respirar el aire libertario en el Museo del Che Guevara, me esperaba la
carretera en todo su esplendor. Sol y viento en contra.
No siempre, el escenario es el
propicio para rodar en dos ruedas, a veces o siempre, la naturaleza nos pone a
prueba el carácter, la autodeterminación, el amor propio y sobre todo, la
superación constante.
“Aneurisma”, había leído por ahí,
que “cada momento puede ser el último”, y así arranqué, sin la menor premonición,
en total ignorancia del futuro. Pedal y más pedal, para enfrentar al fuerte
viento que cruzaba mi proyección. Y los carteles de kilómetros recorridos que
disminuían en dirección a Villa Carlos Paz.
Una vez llegado a la rotonda de
Falda del Carmen, me senté en la sombra para darle aire a mis pulmones y a mis
piernas. Extenuado, por cierto, por primera vez en el viaje. El viento, que
siempre fluye y que es un gran compañero rutero, me estaba dando una gran
paliza.
Y escogí la libreta de la
alforja, para alimentar mis pensamientos y leí una frase de Freya Stark: “Viajar
logra lo mismo que los buenos novelistas consiguen hacer con la vida cotidiana
cuando la enmarcan como si fuera una foto en un portarretratos o una gema en un
anillo, de manera que las cualidades intrínsecas de las cosas se vuelven más
claras. Viajar logra hacer eso con la materia de la que está hecha nuestra vida
cotidiana, dándole los contornos nítidos y significados del arte”.
Levanté la vista y rodeado de
árboles y sierras, me dí lugar a disfrutar el cansancio en mi cuerpo. Y me vi
desde otra perspectiva, emocionado por el presente a pesar de lo que aún me
restaba por llegar.
Así, enfrentando al viento y a
mis propios miedos, pedaleé hasta la intersección de la Ruta 20. Frené en la
colectora y escogí doblar hacia la izquierda, en busca de la conexión que me
deposite en la Villa para luego seguir viaje hasta Cabalango.
Pues, el viento, seguía en su
papel de enemigo íntimo. Y la autopista, con sus ondulaciones, provocó más que
una desazón en el trayecto. Hasta que llegué a la Avenida San Martín y propicié
descansar junto al río San Antonio.
Veinte kilómetros me separaban de
Cabalango y del tan esperado encuentro con Martín, en donde iba a descansar en
mi estadía en aquella localidad. Y ya con el viento del otro lado del dique,
todo se veía más encantador.
Con el cansancio a flor de piel,
avance sin obstáculos hacia Tanti, por la Ruta 28. Y visualicé el cartel que
indica Cabalango y giré por la callecitas de la sierra para abrazarme con
Martín y dejar que el destino se haga presente.
Y allí, la distancia nos acercó y
nos sentimos vivos en una sensación de no haber perdido tiempo. Como decía
Prado, en el film “Un tren nocturno a Lisboa”, en donde había preguntado si el
alma era un lugar de los hechos o si los hechos alegados eran sólo las sombras
engañosas de historias que nos contamos, sobre los demás y sobre nosotros
mismos…
¿Tú que dices?
Próxima Estación, San Marcos
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