jueves, 12 de marzo de 2015

Estación ANCAP Km 18

¨Si encontramos la forma de ser felices el desafío aun mayor es poder prolongar esa felicidad indefinidamente¨

Esa noche la luna fue mas grande y brillante que lo habitual, y no fue casualidad , el viaje y la ruta  te devuelven el contacto intimo con la naturaleza de la que nunca deberíamos sentirnos ajenos, la luna esta ahí siempre, solo que a veces la vemos con otros ojos. Amanecimos  junto a la estación de servicio y asistimos a un evento que no se volvería a repetir por mucho tiempo, nubes, algo tan simple como eso seria comentario habitual en cada parada de descanso , el calor empezaba a jugar un papel preponderante , no solo nos afectaba a nosotros sino que a las bicis también provocando pinchaduras cuando estas quedaban al rayo directo del sol .

Una de las primeras paradas del día fue en una casa sin habitar al costado de la ruta , casi ni comimos ni tomamos agua…comenzamos a recorrer  la casa , mirar el interior a través de sus ventanas , el aljibe, el campo , analizamos minuciosamente sus formas su volumen su resistencia , alguien dijo que era buena idea poner un hostel ahí , puede ser, pero el Tano dijo que ya habían pasado  mas de 15 minutos desde que paramos ( tiempo permitido de descanso) así que otra vez a la ruta. 
El paisaje va cambiando , lo que antes era solo campo ahora se mezcla mucho con urbanizaciones y con ellas el transito , aunque Uruguay es un país con poco transito todos los caminos conducen a Montevideo ( capital y puerto principal ) y nosotros sin mas remedio teníamos que atravezarlo. Esa tarde pasamos por una fabrica automotriz en el momento del cambio de turno de sus operarios , lo único que les puedo decir es que eran muchas personas cada cual con una moto y parecían mosquitos que te zumbaban el oído al pasar causando  algo de nerviosismo al manejar , eso duro un tiempo hasta que paramos ahora si para comer algo y tomar mucha agua pero sobre todo para volver a la calma y la paz que se necesitan para seguir avanzando bajo un calor extremo.

Queremos dormir lo mas cerca de Montevideo posible pero al mismo tiempo que sea un lugar tranquilo (algo casi imposible) de la ruta ya eran dueños los camiones , nosotros cada vez mas pequeños y sin lugar a la vista donde bañarnos y dormir , comenzamos a dar vueltas por un pueblo la policía nos trato muy amablemente nos ofreció lugar pero no teníamos donde bañarnos ( condición muy importante después de pasar  7 horas en la ruta  bajo un sol de verano) cruzamos un hermoso puente y nos tomamos varias fotos para demostrarnos que a pesar del cansancio todavía disfrutábamos del viaje , cuando parecía que habíamos encontrado el lugar la prefectura no nos recibió como esperábamos y decidimos apostar por hacer 10 kilómetros mas y buscar lo mas preciado de un ciclista “ una estación de servicio”  ahí nos prestaron las duchas pero no tenían lugar para que armemos las carpas , pero ya nada importaba habíamos conseguido una buena ducha y nuestro primer día de Wifi para enviar mensajes a la familia y amigos de que todo estaba bien. 

Recorrimos la cercanía de la estación de servicio para armar las carpas, allí vivían la mayor cantidad de Cuis, tucu tucu y roedores que yo haya visto así que lo mejor fue armar las carpas cerca de la ruta a la vista de todo el mundo ( algo que yo no estaba de acuerdo pero a eso es a lo que venimos a lo que nos largamos a la ruta , salimos para superarnos para aprender del otro para compartir y por sobre todo para saber  que las decisiones son en grupo y que si están bien o mal no importa  , lo que importa es la felicidad y el deseo colectivo , solos no hacemos nada) demás esta decir que fue otra gran noche , otra gran luna , que no pasamos inadvertidos que causamos impacto en todos los que nos vieron ,generamos opinión y reflexión solo con nuestra presencia , desafiamos el paisaje con las carpas , las bicis y comiendo en ronda charlando sobre lo que paso y lo que vendrá, conociéndonos mas, sin imposturas , algo que solo el hombre conoce cuando deja salir su ser natural su ser salvaje al que pocas veces le vemos la cara pero el que tiene la llave de la felicidad....

Kilómetro 18, Montevideo, ahí nomas …

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