Las cadenas de la esclavitud solamente atan las manos:
es la mente lo que hace al hombre libre o esclavo.Franz Grillparzer
Llegamos desde puno cerca de las 5:00 AM, lo cual nos posibilito una vez mas dormir en el bus hasta las 7 de la mañana, y los “Yiramundi Gasoleros” zafaron una noche de alojamiento (todo previamente planeando, obvio jaja). 
Encontramos alberge cerca de la Terminal por unos 8 soles c/u. y emprendimos la recorrida hacia el centro de la cuidad, tomamos unos mates en la Plaza de Armas, y la policía municipal nos impidió hacer macramé, jaja, uno valla a saber porque, desde la plaza se pueden observar las enormes y hermosas montañas que rodean Cuzco mostrando un paisaje de pintura, y la cercanía a Machuppichu hace sentir su energía en la cuidad.
A la tarde caminamos hacia un mirador para ver desde lejos, pudimos comprender un poco más el lugar, encontrando calles empedradas y casas antiguas mezcladas entre algunas mucho más modernas. En cuanto a la producción, no tuvimos la posibilidad de poner el paño en ningún lugar ni tampoco hacer teatro por las calles.
Una vez averiguado el recorrido hacia Machuppichu, nada fácil de llegar, y mucho menos si no se dispone de una suma importante de la verde moneda, el tren hasta Aguas Calientes (cuidad al pie de las ruinas) cuesta $62 dólares ida y vuelta, (pasaje mas económico, hay de $600 con un “negro” que te abanica, jajá) y caminando por las vías unas 8 o 9 horas, pero eso es otro capitulo a contar en otra estación.
Luego de un par de días de mucha tranquilidad y disfrutando de esta hermosa cuidad, llego el momento por cual estábamos todos ahí, todos lo sentíamos por dentro, todos querríamos empezar la próxima estación, y emprendimos el camino hacia Ollataytambo, camino alternativo del “tren de la alegría”.
Hasta la Próxima Estación... Esperanza. Yiramundi Gasolero.
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