No esperes el momento perfecto,
sólo camina en su búsqueda...
Nuestro viaje fue programado con
meses de anticipación, como aclaramos en el post anterior, para intentar llegar
a las Islas Malvinas sin mayores complicaciones. Para ello, el viaje se dispuso
de la siguiente manera: Buenos Aires – Río Gallegos en avión por Aerolíneas
Argentinas / Río Gallegos – Punta Arenas (Chile) en bus desde la terminal con
paso aduanero y finalmente, Punta Arenas – Islas Malvinas en avión por Latam.
Vale aclarar, que los vuelos
hacia las Islas Malvinas se realizan sólo los días sábados, tanto la ida como
el regreso a Punta Arenas, lo que conlleva programar la estadía por una semana,
por 14 días, por 21 días, etc.
De todas maneras, nos enteramos
que hay un vuelo desde Argentina (aeropuerto de Río Gallegos) que sale todos
los segundos sábados del mes con destino a las islas. Lo que implicaría que
este 10 de febrero, que sale a las 13:35 hs y llega al aeropuerto de la base
militar a las 14:52 hs. (click)
Y con este itinerario, iniciamos
el viaje hacia las islas. Un destino icónico e impensado, años atrás, en la que
hay muy poca información para el viajero y muchas incertidumbres para llevarlo
a la práctica.
De esta manera, llegamos a Punta
Arenas el día jueves a las 18.30 hs, luego de pisar la Patagonia argentina al
medio día y decidir tomar el bus a territorio chileno ese mismo día a las 15
hs. En el cual, descansamos dos noches y recorrimos la ciudad portuaria antes
de partir al viaje tan esperado. Recomendamos dos visitas:
Cementerio Municipal Sara Braun:
En su entrada se puede leer que su construcción del Cementerio se enmarca en
el contexto histórico de la migración europea en la Región de Magallanes y la
Antártica Chilena de fines del siglo XIX y mediante el recorrido pudimos evidenciar
que reposan los restos de pioneros, colonos y comerciantes de aquella época.
Pero lo que más nos llamó la atención fueron los árboles cipreses, que se
encuentran en las callecitas del cementerio dándole un profundo significado
espiritual y cultural.
También, nos impactó la tumba
Nazi, donde un águila posa en su roca, en reconocimiento a El Admiral Graf Spee,
un Buque artillero que luchó en la primera guerra mundial en las Malvinas y la
del “Indiecito”, donde una placa fijada al suelo, dice: «El Indio Desconocido
llegó desde las brumas de la duda histórica y geográfica y yace aquí cobijado
en el patrio amor de la chilenidad”.
Mirador Cerro de la Cruz:
La ciudad, además cuenta con
ofertas gastronómicas autóctonas de la región, con un pequeño centro comercial,
algunos museos y sitios históricos. Pero nosotros, abocados a nuestro propio viaje,
nos remitiremos a abordar en las próximas crónicas, las emociones y sensaciones
de pisar suelo isleño.
Próxima Estación, Islas Malvinas.
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