viernes, 19 de enero de 2024

Estación Punta Arenas (Chile)

 No esperes el momento perfecto, 

sólo camina en su búsqueda...

Nuestro viaje fue programado con meses de anticipación, como aclaramos en el post anterior, para intentar llegar a las Islas Malvinas sin mayores complicaciones. Para ello, el viaje se dispuso de la siguiente manera: Buenos Aires – Río Gallegos en avión por Aerolíneas Argentinas / Río Gallegos – Punta Arenas (Chile) en bus desde la terminal con paso aduanero y finalmente, Punta Arenas – Islas Malvinas en avión por Latam.

Vale aclarar, que los vuelos hacia las Islas Malvinas se realizan sólo los días sábados, tanto la ida como el regreso a Punta Arenas, lo que conlleva programar la estadía por una semana, por 14 días, por 21 días, etc.

De todas maneras, nos enteramos que hay un vuelo desde Argentina (aeropuerto de Río Gallegos) que sale todos los segundos sábados del mes con destino a las islas. Lo que implicaría que este 10 de febrero, que sale a las 13:35 hs y llega al aeropuerto de la base militar a las 14:52 hs. (click)

Y con este itinerario, iniciamos el viaje hacia las islas. Un destino icónico e impensado, años atrás, en la que hay muy poca información para el viajero y muchas incertidumbres para llevarlo a la práctica.

De esta manera, llegamos a Punta Arenas el día jueves a las 18.30 hs, luego de pisar la Patagonia argentina al medio día y decidir tomar el bus a territorio chileno ese mismo día a las 15 hs. En el cual, descansamos dos noches y recorrimos la ciudad portuaria antes de partir al viaje tan esperado. Recomendamos dos visitas:


Cementerio Municipal Sara Braun:

En su entrada se puede leer que  su construcción del Cementerio se enmarca en el contexto histórico de la migración europea en la Región de Magallanes y la Antártica Chilena de fines del siglo XIX y mediante el recorrido pudimos evidenciar que reposan los restos de pioneros, colonos y comerciantes de aquella época. Pero lo que más nos llamó la atención fueron los árboles cipreses, que se encuentran en las callecitas del cementerio dándole un profundo significado espiritual y cultural.

También, nos impactó la tumba Nazi, donde un águila posa en su roca, en reconocimiento a El Admiral Graf Spee, un Buque artillero que luchó en la primera guerra mundial en las Malvinas y la del “Indiecito”, donde una placa fijada al suelo, dice: «El Indio Desconocido llegó desde las brumas de la duda histórica y geográfica y yace aquí cobijado en el patrio amor de la chilenidad”.  

Mirador Cerro de la Cruz:

Se puede acceder caminando desde el centro de la ciudad, ya que la subida no es demasiado exigente. Se puede observar la ciudad en toda su dimensión y el mar en su finitud, lo que corresponde al Estrecho de Magallanes. También, hay un tótem con carteles de distintas ciudades del mundo, algunos bares y cafeterías y en el propio mirador, cuantiosos candados en sus rejas, como símbolo de amor y fraternidad.

La ciudad, además cuenta con ofertas gastronómicas autóctonas de la región, con un pequeño centro comercial, algunos museos y sitios históricos. Pero nosotros, abocados a nuestro propio viaje, nos remitiremos a abordar en las próximas crónicas, las emociones y sensaciones de pisar suelo isleño.

Próxima Estación, Islas Malvinas.

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